11; I'm really tired.

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Era una tarde de fin se semana realmente para los dos. El invierno apenas iba como por la mitad y era la excusa perfecta para que pudieran estar pegados al otro como dos garrapatas.

¿Su excusa? Que estaban buscando calor humano.

Aunque en cierta parte, eso era verdad. A pesar de tener dos sacos puesto, lo único que lograba quitarle el frío a Chenle era estar pegado, abrazando el cuerpo de su novio como si fuese un pequeño koala.

Y JiSung de verdad no se quejaba, él también encontraba calor cuando eso pasaba.

Por ejemplo ahora.

JiSung había pedido horas extra en el trabajo, solo porque creía que era mejor tener un poco más de dinero, solo por si acaso. Así que, sábado a las cinco de la mañana y él ya se encontraba listo para poder abandonar el departamento porque la empresa en donde trabajaba quedaba lejisimos de donde vivía.

Lo hubiera hecho, sin problema alguno. De no ser porque cierta bola de pelos blanca y un bonito omega con el cabello revuelto y cara de dormido aparecieron en la sala. Este último también con los brazos cruzados y una mueca en su bonito rostro, por cierto.

Le pregunto el porque se iba, JiSung se encargó de explicarle que tenia que completar un turno extra en el trabajo así que por eso estaba despierto tan temprano y tenia que irse. También se disculpo por haberlo despertado.

Termino despidiéndose de él y de Daegal, prometiendo volver más tarde.

El turno que tuvo que completar ese día no fue tan largo como los que hacia normalmente. Solo fue desde las siete hasta la una, una y media de la tarde. Y gracias al poco tráfico, estuco devuelta en el departamento a eso de las dos o tres de la tarde.

Pensó que seria un día normal, en el cual llegaría a casa y como de costumbre seria recibido por besos y abrazos por parte de su omega.

No fue así, claramente. Cuando llego, lo único que lo recibió fue el olor del incienso que estaba prendido, olía a limón, no estaba tan mal.

Pero en definitiva, prefería el aroma de Chenle.

Ahogo al incienso en sus propias cenizas y dejo sus cosas en la encimera de la cocina. Daegal tampoco estaba por ninguna parte, y ninguno de sus juguetes estaba regado por ahí, como solía pasar.

Solo había una respuesta.

Y la encontró cuando entró a la habitación.

La perrita estaba tirada boca arriba en una de la esquinas de la cama, claramente estaba dormida, acompañando a Chenle, quien estaba en medio de la cama y con una de sus mejillas abultaditas por culpa de la almohada. Era más que claro que no se había levantado más desde la mañana que se despidio.

Pudo sentir el cansancio, en un nivel extremo.

Supuso que su pésima salud se las estaba cobrando otra vez, ya que no había podido hacerlo durante toda la semana. Que tal vez había entrado en un episodio anímico en donde el cansancio predominaba y lo hacia querer estar tirado en la cama todo el día.

Incluso temio que hubiera muerto abrazando su almohada. Así que se acercó un poco más solo para fijarse que siguiera respirando.

Sano y salvo estaba. Tendría que llamar a su médico más tarde, las pastillas que tenia que tomar se le habían acabado. Los ansioliticos también.

Maldición, Chenle no tenía pastillas.

El punto era que había tomado una ducha rápida y había movido un poco el cuerpo de su omega, solo para que se hiciera a un lado y le permitiera acostarse en su lugar.

Ice Cream Cake | JiChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora