15; let them realize.

611 67 6
                                    

― Destestas ese helado ―JiSung le recalco pero el mayor le rodó los ojos―. No me ruedes los ojos, sabes perfectamente que el que seas específicamente tu quien me lo pida, es extraño.

― Estas exagerando.

― Sabes que no lo hago ―el omega tomo la mano de su novio y lo llevo hasta el carrito de helado―. Llevas comiendo dulces todo el día, vas a terminar con dolor de estómago.

― Valdra la pena. Ahora cómprame ni helado ―JiSung soltó un suspiro y a pesar de no estar completamente de acuerdo, solo hizo caso y le compró su helado de chocolate con menta.

Era raro que Chenle lo comiera porque decía que sentía que se estaba lavando los dientes cada vez que metia una cucharada a su boca. JiSung creía que estaba exagerando, pero el omega de verdad parecía odiarlo. Él no le llevaría la contraria.

El que ahora lo estuviera comiendo como si fuera la mejor cosa del mundo hacia que su rostro formará una mueca y que incluso, hasta su lobo inclinará un poco la cabeza en señal de duda. ¿Por qué su omega comía algo que odiaba? No tenía idea.

Pero si eso lo hacia feliz, entonces le compraría más si es lo llegase a pedir.

Habían decidió ir ese día a una feria de invierno que se había organizado en uno de los parques que estaba cerca del departamento. Ese día había nevado por lo cual estaba todo cubierto, bonito y organizado. Había muchos puestos, tanto de juegos como de comida.

Eso explicaba el porque Chenle tenía un peluche de delfin aferrado a su pecho.

No lo había soltado desde que se lo habían dado.

Mientras estaban ahí, notaron que Yuta y Taeyong también habían decidió ir, por lo cual se acercaron a ellos dos apenas los vieron, y ellos sin ningún problema los saludaron y decidieron convertir su cita individual en una cita doble.

Ahí estaba el porque ellos dos estaban persiguiendo a los más jóvenes, los cuales parecieran tener la suficiente energía aún para ir de un lado a otro jugando juegos y ganando más cosas.

Eran ya casi las seis de la tarde y bueno, ellos estaban ahí desde las una o dos.

Se habían rendido y habían dejado de perseguirlos, ahora solo estaban caminando mientras debes en cuando ponían su mirada en ellos y los cuidaban como si aún fueran niños chiquitos.

En su defensa, aún era muy fácil que alguno de los dos se perdiera y el mundo era muy cruel.

¿Parecían paranoicos? Si, pero era mejor prevenir que lamentar.

― Cuidado ―el omega pego un brinco cuando Yuta lo tomo suavemente del brazo para evitar que chocara con un poste de luz―. ¿En qué tanto piensas?

― No lo sé ―se pego a su alfa cuando este lo abrazo por los hombros―. ¿No crees que Chenle esta raro?

Vio como fruncia los labios y luego negaba.

― ¿Raro? ―Tae asintió―. Sigo viéndolo igual de terco y mandon que siempre.

Yuta se quejó cuando sintió un golpe en sus costillas, luego de que se recupero, su omega estaba mirándolo mal.

― No hablo de eso ―Taeyong tomo su brazo otra y lo paso por su hombro, después tomo su mano y entrelazo sus dedos―. Hablo de que, además de que huele diferente, también esta diferente. Créeme que el que haya pedido un helado al cual le puso la cruz desde la primera vez que lo probo, dice mucho.

― Tal vez le quiere dar otra oportunidad ―como respuesta, recibió una rodada de ojos. Él solo mostró su maldita sonrisa perfecta y el omega dejó que le diera un beso en la mejilla.

Ice Cream Cake | JiChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora