Ice Cream Cake | JiChen

12; We should see this one.

Un copo de nieve, seguido de muchos más le terminaron cayendo en la cabeza, causando que su cabello ahora este blanco y lleno de nieve. Ahora se arrepiente de haber salido del departamento sin algo que le protegiera la cabeza.

Aunque no se queja, porque prefería eso a estar sudando y muriendo del color.

Definitivamente prefería el frío, a pesar de que este le dejara la nariz roja y tal vez un leve dolor de garganta.

Hablando de eso, se supone que debería estar esperando dentro de la clínica, no en el estacionamiento. Pero prefería aguantar frío a que el olor excesivo a alcohol y medicamentos lo terminara haciendo desmayar.

Le daría un resfriado después de eso, pero lo prefería mil veces a seguir dentro de ese lugar.

Se supone que había ido, primero, porque tenía que cumplir su cita semanal con Kun y también para que le diera la receta que necesitaba para poder comprar su medicamento. Después, fue con su hematologa, solo para comprobar que todo con su anemia estuviera bien.

Ella le mando a hacer unos exámenes, los había echo ese mismo día ya que había cupo, y los resultados no le habían dicho cuando se los daban.

¿Por qué? No tenía idea, el sistema de salud era raro aveces.

El punto era que su alfa lo había llamado para saber si estaba listo, él respondió que si y JiSung le había dicho que se quedara esperando, porque lo iba a pasar a buscar para poder así ir a verse con la chica de la inmobiliaria que habían contratado.

Porque si, habían llegado al acuerdo de que verían nuevos departamentos y el que cumpliera con los requisitos que querían, era el que elegirían para poder mudarse.

Habían buscado muchos, incluso habían escogido una tarde de fin de semana solo para centrarse en eso. Hicieron una lista con las direcciones y el piso en donde querían vivir. Aceptaban del tres para arriba.

Y la tarde del día de hoy la iban a gastar en eso, ambos habían salido temprano ese día, así que podían utilizar su tarde en eso y volver a su departamento en la noche ya que el hermano de JiSung iría ese día a visitarlos.

Así que por eso es que Chenle ahora esperaba pacientemente a que su novio llegara por él.

Por fin vio un auto que reconocio, así que camino rápido hasta él y abrió la puerta, metiéndose enseguida para evitar seguir aguantando más frío.

― Me hubieras esperado adentro ―fue lo que dijo el alfa apenas termino de acomodarse en el asiento del copiloto.

Chenle soltó un suspiro y como respuesta, el alfa lo único que obtuvo fue un jalón en su mentón y pronto sus labios chocaron con los de su omega en un beso suave y corto. Un piquito.

― El olor a alcohol estaba mareandome ―dijo después de eso y colocó su cinturón de seguridad. Después encendió la calefacción.

― ¿Cómo te fue? ¿Qué te dijeron? ―el carro se puso en marcha y su vibrar hizo que se relajará un poco.

― Kun-ge me dio la receta de los ansioliticos y después de que la homóloga me revisara me mandó a hacer unos exámenes. Lo hice hoy mismo, pero no me dijeron cuando salen los resultados ―JiSung asintió mientras se detenía en un semaforo en rojo―. ¿Y tú?

― Nada importante. Con la de la inmobiliaria nos vamos a ver en una cafetería para poder mostrarle las opciones que tenemos.

Él asintió.

Terminaron viendo cerca de cinco departamentos en toda la tarde que por suertes estaban deshabitados.

Solo se quedaron con dos. Uno era bastante grande, incluso tenía una escalera que los llevaba a una especie de terraza. Tenía tres habitaciones, cada una tenía su propio baño y había un medio baño para las visitas. El precio era algo elevado y en definitiva sobrepasaba su presupuesto, pero aún así pensaban en darle una oportunidad.

Era gigante, cabían muchas personas, sobretodo cabía el perrito que Chenle tanto quería.

El segundo era un poco más pequeño, pero encajaba con la medida que querían. Tenia solo dos habitaciones, también cada una con su baño propio y otro medio baño afuera para visitas. Tenía una terraza en la sala y otra en la habitación principal, la cocina también era espaciosa y la sala igual.

La desventaja de este departamento era que quedaba muy lejos del trabajo de JiSung, y muchísimo más del de Chenle.

El primero quedaba cerca de la academia en donde trabajaba y algo lejos de la empresa en donde trabajaba JiSung. Pero no era tanto, si quiera, podría irse caminando.

― Entonces, ¿no saben cuál escoger? ―ambos asintieron.

― Pero los dos tienen el suficiente espacio para el perro que quieren.

― El perro que quiere Chenle, a mi no me incluyas en eso ―el alfa recibió un codazo por parte de su novio.

― ¿Cuál les gusta más? ―pregunto Yuta antes de tomar de su copa.

― El primero -respondieron los dos al mismo tiempo.

― Pero sobrepasa por mucho nuestro presupuesto ―tanto alfa como omega asintieron.

― Creo que valdría la pena gastar el dinero que tienen en ese departamento. En el caso de que lo tengan, claro ―agrego Taeyong―. Desde hace tiempo quieren comprarlo y pues ese departamento cumple con casi todo lo que ustedes quieren.

― Menos el precio ―recordó Yu.

― Pero les gusta, lo del dinero lo pueden resolver. ¿Tienen justo ahora el dinero que necesitan?

― Casi ―respondió JiSung―. Tendríamos que utilizar de la parte que tenemos ahorrada, solo falta completarla.

― Pero tampoco es que nos falte tanto ―agrego en omega con olor a menta y su alfa asintió.

La verdad es que finacieramente estaban bien. Ambos ganaban lo suficiente como para que no les faltara nada, para poder pagar sus servicios y para poder dividir el dinero. Por eso era que tenían la parte de ahorros.

Esa parte ninguno de los dos la tocaba, era como tener una tarjeta de emergencia. Nadie la usaba a menos de que se necesario.

Así eran con esa parte que tenían, ninguno tomaba dinero de ahí sin avisar ante o a menos de que lo necesitara. Y tomaban, trataban de reponerlo lo antes posible.

Esa parte si estaba a nombre de los dos. Después, cada uno tenía su propio movimiento financiero.

Pero, tal vez esa parte podrían utilizarla para poder comprar el departamento al que querían mudarse.

Porque esa era la otra cosa, querían que el departamento fuera suyo.

Un llanto se escucho en el fondo y el lobo de Chenle levantó las orejas interesado en ese sonido. Tuvo que disimularlo, también tuvo que disimular la emoción que este sintió cuando su cuñado volvió con el pequeño Shotaro medio dormido en sus brazos.

― Hey ―se sobresalto cuando JiSung chasqueo sus dedos, tratando así de devolverlo al mundo real―. ¿Todo bien?

― Si, ¿por qué?

Tiene que admitir que le costó quitar la mirada de su sobrino.

Nota: Sin editar.

-ali♡