22; The first of many times.

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― Pasado ―

La verdad agradeció que la madre de Chenle no estuviese ahí cuando entro en la casa, así era más sencillo hacer que se calmara un poco.

Entro gracias a la llave que siempre dejaban debajo de la alfombra, se aseguró de cerrar la puerta y correr escaleras arriba hasta la habitación de su mejor amigo.

Jeno lo encontró llorando en una esquina de la habitación, con sus brazos abrazando sus rodillas contra su pecho y sus uñas lastimando sus brazos y sus muñecas. La habitación olía a tabaco y a menta por todas partes, Jeno podía sentirlo y supo que de verdad el omega sentía que estaba en peligro.

Se acercó despacio a él, lo trató con cariño y con cuidado. No era la primera vez que le daba un ataque de ansiedad y recurría a Jeno para que ayudara a calmarlo. La primera vez que paso, cuando ya se calmo, sintió mucha vergüenza y la necesidad de disculparse las veces que sea, más cuando escucho a su amigo decir que casi le daba un infarto porque pensaba que iba a morir.

Ahora, Jeno había investigado un poco, también había buscado estrategias para poder tranquilizarlo. Para poder distraer su mente y evitar que se siquiera lastimado.

RenJun y Jeno eran las únicas personas que sabían sobre sus autolesiones. Más nadie, y la verdad es que esperaba que nadie más se enterar. Por eso era que se esforzaba tanto en ocultarlas.

En ocultar todo más bien.

Pero había momentos como este, en donde un desencadenante provocaba que Chenle terminara explorando por completo, que dejará salir todo lo que sentía contra si mismo y contra el mundo, pero no de la mejor manera.

Fueron cosas sencillas las que hizo el alfa para que Chenle se calmara. Primero tomó sus manos con delicadeza, comenzó a jugar con ellas para que alejara esa sensación de querer lastimarse. Las movió, jugo con sus dedos e incluso comenzó a tronarlos, creyendo que el sonido haría que el omega se dispersara un poco.

Cuando noto que su pecho seguía subiendo y bajando con mucha rapidez, y que las lágrimas seguían rodando por sus mejillas, le pidió que lo mirara a los ojos en todo momento. Una frase corta que Chenle logró entender y una acción que logró hacer.

El alfa le sonrió, le dio esa sonrisa en la que sus ojos se volvían chiquitos y después le pidió que le dijera lo que había echo ayer. Le pidió que le contará su rutina.

Fue algo sencillo, Chenle le contó entre jadeos desde que se despertó, luego como le fue en sus clases. Le contó lo que había pasado después de eso, el como fue a casa de JiSung y conoció a su familia, como su padre le preguntó cuanto tiempo llevaban y ni siquiera eran novios.

Cuando vino a ver, su respiración estaba un poco más calmada, su aroma ya no inundaba la habitación y Jeno soltó sus manos. Pudo dejar de lastimarte pero no pudo sentir el ardor de las heridas que se había echo.

De repente se sintió tranquilo otra vez, sus mejillas estaban húmedas y algunas lágrimas seguían cayendo, pero no tan rápido como antes.

Cuando termino de hablar, Jeno abrió los brazos y Chenle se abrazo a su cuerpo.

Él era su mejor amigo, Jeno era como una casita para Chenle. Sabía que si quería llorar, ahí estaría a la hora que sea o estando con quien sea. Siempre que lo necesitara, dejaría de hacer cualquier cosa con tal de poder estar ahí hasta que se calmara o él mismo dijera que todo estaba bien.

Jeno le susurro un "tú me avisas", y cuando estuvo listo, lo soltó. Se comenzó a sentir cansado y bostezo fue suficiente para que el alfa supiera que hacer.

Lo ayudo a levantarse y dejo que acostara en la cama, le dijo que se quedara tranquilo y que descansara un poco, porque cuando despertara, él estaría ahí para hacerle compañía, si eso es lo que quería.

Ice Cream Cake | JiChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora