Era feliz...

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Hoseok era feliz, casado desde los veinte años con Min Yoongi. Ellos estaban felices pues vivían en una hermosa isla donde la mayoría de las personas los respetaban, desde que se mudaron  junto a Jimin el hermano menor de Yoongi. Este había recibido un trabajo de la universidad para realizar una investigación acerca de las ruinas de una civilización antigua.

Hoseok adoraba a Yoongi y este lo adoraba a él, juntos hacían la pareja más excepcional. — Mi Hobi.... Dime qué pronto tendremos un bebé. — Hoseok en cinco años no había podido tener un bebé, era doncel y sabía que estaba sano, sin embargo no quedaba en cinta.

— Lo haremos... Solo que debemos practicar. — dijo sonriendo descaradamente. Yoongi lo abrazó y lo atrajo a su cuerpo, amaba el cuerpo de Hoseok, su piel canela por el sol al que era sometido en la isla, le había acompañado dejando todo en Corea, su carrera de bailarín y su casa. Hoseok lo amaba y se lo demostraba cada día, justo en ese instante sus bocas se unían con tanta facilidad, eran uno cuando se amaban. Yoongi acarició su cuerpo mientras besaba su piel y se deslizaba por las curvas delicadas de su cuerpo.

Hoseok  amaba sentir la boca de Yoongi en su miembro quien succionaba con devoción el miembro de su esposo. Ambos estaban gimiendo mientras se amaban, Yoongi llevó su miembro a la entrada de su esposo. Empujó con fuerza mientras Hoseok  lo rodeaba con sus piernas, este lo embestía con fuerza mientras lo besaba y mordía su piel, la estrechez de Hoseok lo volvía loco y siempre deseaba más y más. Pronto lo tenía flexionado y hundiéndose profundamente en su interior mientras Hoseok pedía más hasta que se saciaron. Yoongi entonces lo abrazó por la espalda y olfateó su cuello y cabello.

— Hueles tan bien mi Hobi.

— Yoongi, sé que tendremos un hijo muy pronto... Sabes que te amo y siento que seremos felices para toda la vida, mi Yoon.

— No te preocupes, tenemos todo el tiempo del mundo. — dijo mientras besaba sus hombros, Hoseok  sonrió y entrelazó sus manos. — Por cierto tengo que ir a las ruinas mañana, la universidad quiere una fotos de un lugar más profundo.

— Pero Jimin está enfermo... No podemos dejarlo solo.

— No lo haremos, puedo ir solo tranquilo.

— No me gusta que vayas solo, podría ser peligroso.

— Amor, no pasará nada.

Seis meses después

Taehyung estaba furioso, no entendía cómo su prometida le hacía esto. ¿Cómo se rompe un compromiso de cinco años? Le había exigido una explicación y lo que le había dicho le había enfurecido. Ella sabía que su trabajo era importante y nunca le engaño con el matrimonio. Se sentía frustrado e inconforme con la vida, quería ir donde su novia y obligarla a cumplir con el compromiso.

— Creo que lo mejor para ti será irte un tiempo y aclarar tu mente. Taehyung en parte Hyun-ah tiene razón... Te sumerges en tu mundo y te olvidas del resto, nadie puede esperarte para siempre... ¿Acaso no deseas dormir con ella cada día y despertar a su lado en las mañanas?

Taehyung lo vio con el ceño fruncido, le parecía una estupidez y bobería romántica. — Primero no soy tú que esperas  a la princesa encantada...

— Príncipe encantado. — Le interrumpió Jungkook provocando una negativa en su amigo.

— ¡Por favor! Mi trabajo produce conocimiento importante para la sociedad y nuestra civilización, como no puede esperar a que termine mis estudios de esas tumbas y ya.

— ¡Llevas cinco putos años en eso, nadie puede esperar ser solo el número cinco en la vida de quien amas!

— Eso es incomprensible, si me ama porque no esperar.

Anclado al aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora