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🎄O3 | ¡CAPÍTULO TRES!

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LA CASTAÑA CAMINÓ POR LAS CALLES DE CENTRAL CITY EN TIERRA UNO. Se sentía extraño estar allí, pero no era un extraño raro. Era cómodo y de allí lo extraño. Y es que no debería de sentirse tan cómoda en una tierra diferente a la suya. No parecía correcto.

Soltó un suspiro y estuvo a punto de empujar la puerta de cristal de la cafetería para adentrarse a Jitters, pero esta fue abierta dándole paso libre.

Su mirada cayó en la persona responsable de tal acto, notando a Barry Allen de pie solo a unos centímetros de ella, dándole una suave sonrisa. A modo de respuesta, Christine alzó una ceja.

Tras eso se adentró sin siquiera esperarle.

Era cierto que a pesar de no desearlo el velocista le ponía los nervios de punta, sobre todo cuando mantenía por tanto tiempo sus ojos sobre ella.

—Déjame invitarte algo —pronunció Barry, deteniéndose a su lado.

Christine le dió una rápida mirada.

—No, gracias —le dió una corta mirada.

—Es solo un café. Trato de ser amable.

—Barry sin ofender. Pero no quiero tu amabilidad —hizo saber—. Tengo mi dinero, puedo pagar mis cosas.

—Nunca dije que no pudieras hacerlo —murmuró para si mismo.

Le estaba costando mucho trabajo decidir que hacer. Hacía un año se obligó a si mismo a alejarse de ella. Pero ahora, una vez más —aunque no estuviera de acuerdo— ella estaba ahí. Y sí, era consciente de que no era la misma, que ahora ella actuaba más frívola junto a él y no podía culparla, pero estaba ahí y tal vez, solo tal vez era una señal del destino diciéndole que esta vez era su turno.

Christine agradeció en el segundo en que le hicieron entrega de su café y pagó por él. Ni siquiera le dió una mirada al velocista tras ella, simplemente lo ignoró y caminó por Jitters hasta tomar asiento en uno de los cómodos sofás que disponía la estancia.

Suspiró observando la taza en sus manos. Sentía que estaba actuando como una niña, pero no podía evitarlo. La fecha para variar le ponía de más mal humor recordándole que hace un año aceptaron su corazón solo para pisotearlo y luego devolverlo.

Bueno, tampoco fue tan así. Pero si Barry no correspondía sus sentimientos, ¿Con que razón y motivo aceptó el corazón de la castaña si luego lo iba a devolver?

Aún así Christine podía notar como el velocista se esforzaba por entablar una conversación con ella. Eran torpes intentos pero era amable con ella.

✓ Last Christmas; barry allenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora