eres un completo rarito

443 49 3
                                    

Levanté lentamente la cabeza del cuenco, tenía la cara cubierta de ese asqueroso líquido.

A mi derecha se seguía encontrando hort quien me miraba extrañamente.

Desde lo conocí me a mirado de una manera extraña, nunca nadie me había mirado así, y creo que eso me hace sentir bien, aunque sea una persona excéntrica parece buen chico.

Aunque, ahora mismo su nombre esté en el primer puesto de  mi lista negra.

Abrí con fuerza las puertas de la clase, para ir al baño. Pude escuchar a sophie diciéndome que volviese, pero hice caso omiso a sus palabras. 

Después de haberme limpiado la cara, fui directa al comedor. Al entrar me dirigí a una mesa al fondo donde se encontraban soph y agie.

-¿ te han atacado ?- dijo agie justo al verme-

-si- dijo yo dejándome caer en una silla- unos renacuajos, en afeamiento-

-yo es suspendido- dijo ella- en enbellecimiento

- ¿ qué parte has suspendido ?- preguntó sophie

-sonrisas- respondió agatha rebosante de ironía- da igual, ya tengo un príncipe para que le beses-

- no necesito ningún príncipe, yo ya tengo a el mío - dijo suspirando mientras miraba a tedros

-espera un minuto- dije yo intentando procesar información- ¿ como que un príncipe a quien besar?-

-ayer después de que salieses a dar una vuelta tras la pelea con hester, agie y yo fuimos ha hablar con el director- explicó sophie- y dijo que nos cambiaría de escuela si besábamos a un príncipe-

-pues lo siento por romper tus ilusiones, pero mis labios no van a tocar los de un niño de papi vestido de azul con una espadita- respondí mientras me levantaba de la mesa- suerte en tu lucha soph- dije mientras le daba unas palmaditas en la espalda para después abandonar la habitación.

Al llegar a la escuela decidí investigar la biblioteca antes de nuestrra siguiente clase, todo había sido muy caótico desde nuestra llegada y no había tenido un momento para mi.

La biblioteca era enorme y seguía la estética oscura de la escuela. Tenía altos estantes hechos con madera oscura, con escaleras a los lados para poder alcanzar los libros  y unas mesas de estudio al fondo de la sala.

De inmediato me puse a ojear la sección de misterio, amaba la forma de como se desenvolvían  las historias de este tipo, así que agarre un libro de tapa azul que me llamó la atención, y me dispuse a sentarme en una de las mesas.

Estaba disfrutando de la intrigante lectura, cuando un gran estruendo se hizo presente en la sala junto con un breve quejido.

Había pocos alumnos en la sala, pero de los que había, nadie se preocupó por el sonido. Así que me levanté de mi sitio para averiguar de que se trataba ese ruido.

Al llegar a el pasillo del que procedía pude ver a hort levantándose lentamente del suelo.

- el suelo se sentía tan solo que querías darle un abrazo- dije irónicamente con una sonrisa burlona

el al escuchar mi voz, rápidamente se terminó de levantar para mirarme.

- no, en realidad- dijo nervioso- quería escoger un libro para ti- dijo sin mirarme a los ojos

-¿ para mi?- pregunté sorprendida

- si, esta mañana no debería haberte estampado la cara en ese líquido, y me sentía culpable, no quiero que me odies, y...- dijo muy rápido notablemente nervioso- por favor no hagas que siga hablando-

solté una carcajada, se veía muy tierno con las mejillas sonrojadas- no te preocupes, lo pasado pisado está- dije mientras le sonreía- pero no te acostumbres, si vuelves a hacerlos será lo último que hagas con las dos manos-

el puso su mano sobre su pecho de forma burlona, mientras yo aguanta la risa- lo juro-

solté un suspiro mientras recogía mis cosa- oh hort, eres un completo rarito- dije con burla mientras salía de la biblioteca con su mirada clavada en mi. 

   



EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora