Nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos, y fue como si una corriente eléctrica atravesase todo mi cuerpo de pies a cabeza. Nunca un chico había llamado tanto mi curiosidad y no esperaba que el primero que lo hiciese fuese el mismísimo hijo del capitán garfio.
hort abrió la boca para decir algo, pero de repente el sonido de dos guardias hablando resonó por todo el pasillo. De inmediato, entré en pánico. Si nos encontraban no me imaginaba que tipo de castigos nos impondrían.
agarré la mano de hort y corrimos has quedar detrás de una de las grandes columnas. Yo quede con la espalda pegada a la pared, mientras que el se pegó lo más a mi para no ser descubiertos.
Tenía la cabeza justo a la altura de su pecho y pude escuchar como su corazón latía aceleradamente. Levanté la cabeza para poder mirar su rostro el cual se encontraba totalmente sonrojado.
- ahora soy yo quien debería llamarte señor amapola- le susurré
el rio levemente para luego acercarse a mi oreja para susurrar
- es que no puedo evitarlo-
noté un calor subir a mis mejillas, mientras me sorprendía a mi misma.¿ estaba empezando a sentir algo por hort? pufff, tonterías, este chico está zumbado y tenía costumbres un tanto extrañas, pero no podía negar que cuando le sale su vena cursi era muy mono.
dirigí mi mirada hacía abajo solo para darme cuenta que seguíamos dados de la mano, por lo cual me sonrojé aún mas.
no se cuanto tiempo estuvimos ahí parados, pero para mi fue una eternidad.
sentía como su corazón latía con intensidad, y podía percibir sus ojos en mi, para después sentir una leve caricia en mi cabeza, como si intentase tranquilizarme.
me dejé caer en su pecho y cerré los ojos disfrutando de aquellas caricias, tanto hasta sentir como me quedaba dormida lentamente.
no volví a abrir los ojos hasta notar como me dejaban caer sobre una superficie blandita, hort me miraba con cierta ternura como si fuese un cachorrito o algo por el estilo.
-donde estoy- pregunté desubicada intentándome incorporar
-tranquila- se apresuró a decir mientras se sentaba a los pies de la cama- te quedaste dormida en el pasillo así que te cargué y te traje hasta tu cuarto, las chicas están dormidas, no se han despertado-
el se intentó levantar para irse, pero no se si le sorprendió mas a el o a mi misma que en un impulso le agarrase la mano impidiendo que se levantase.
-gracias por traerme a mi cuarto, espero no haber sido una molestia- dije sin poder mirarle a los ojos
-descuida, para mi siempre será un placer- dijo con una sonrisa.
hort se levantó de la cama, pero antes de dirigirse a la puerta, se acercó a mi para dejar un pequeño beso en mi frente
-que descanses señorita amapola- susurró antes de salir rápidamente por la puerta sin darme tiempo a despedirlo.
suspiré en la cama mientras que me acomodaba para conciliar el sueño, en esos minutos antes de quedarme dormida puede reflexionar de como había cambiado mi vida desde hace unos meses. he conocido a gente maravillosa como agie y soph y a gente muy rara como cierto pelinegro, con la que de verdad me asusta la rapidez con la que me he encariñado con ellos.
si soy sincera, tengo miedo de que despierte y todo lo que ha ocurrido meses atrás solo haya sido un sueño, llevándome un gran golpe de realidad al abrir los ojos.
a la mañana siguiente me desperté por un constante murmullo. abrí los ojos solo para encontrar a sophie y a las demás chicas maquillándose y probándose trajes. me senté sobre la cama mientras que me mantenía en silencio observando.
- oh, buenos días daf, mira lo que nos ha traído sophie- me saludó doty emocionada mientra señalaba los vestidos
miré directamente a soph, ella tenía su característica sonrisa de lado. se giró un momento para poder agarrar un vestido y dármelo
- toma, se lo mucho que te gusta el color verde- dijo mientras me lo entregaba
yo me levante de la cama y fui a abrazarla
- ayer estabas un poco rara, estas bien, que le ha pasado a tu pelo...- le dije al separarme, pero no pude seguir preguntando ya que ella me interrumpió
- daf- dijo con un tono tranquilizador- estoy bien, solo necesitaba un cambio
después de so me sentía mas tranquila, y pude apreciar mejor el vestido. era precioso, era verde oscuro con detalles en negro en la zona del corset y con un bordado de flores en la zona del cuello.
las chicas y yo pasamos el resto del tiempo antes de ir a desayunar haciéndonos peinados y maquillándonos, la verdad es que me divertí mucho con ellas.
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