Destino II: I Love You 2 [MoonSun]

Capítulo 14

Moon Byul

Llegué a mi casa sin muchas ganas de hacer algo, es verdad que esto nunca lo planeé mucho menos consideré que esto sucediera justo hoy, cuando menos lo pienso, ella regresa, y es como si la vida se empeñara a hacerme sufrir. Por supuesto que este era uno de mis miedos, volver a verla a los ojos, volver a mirarme en sus hermosos y marrones ojos...no, no, maldita, mil veces maldita, ella no merece ninguna consideración de mi parte.

Cómo es que no lo pensé antes, creo que era más que obvio que nos pudiéramos encontrar, tenemos amigas en común ¡Claro, ahí está!

Me levanté del sofá y tomé el teléfono, llamé a Hyejin si es que me constetaba.

El aparato empezó a sonar y después de dos segundos, mi amiga contestó.

-Dime...ah, tu tío te espera el miércoles, dice que deberías...

-Ahorita no es momento para eso, quiero que me digas dónde puedo encontrar a tu esposa.

-Wow, wow, calma hámster, claro que sabes en dónde está pero no seas tan grosera, ni los buenos días hubo.-Hwasa se quejó un poco sorprendida por mi actitud.

-Disculpa fiera, solo quiero saber si puedes ayudarme a localizarla, ¿Ok?

-No sé si estás actualizada, claro que la puedo localizar, es mi esposa, idiota ¿ocurre algo que deba saber?

-Primero quisiera hablar con ella, es amiga de...

-Ok, entendí, pero no sé por qué quieres saber de aquella cuando prácticamente ni la mencionas desde hace años, en fin, mejor te envío el número de mi mujer para que quedes con ella, luego me tendrás que contar el chisme.

Después de colgar, marqué a Wheein para citarla, dijo que no habría problema pero que tendría que esperar un rato, en la tarde sería entonces.

Me dejé caer sin mucho ánimo nuevamente en el sofá, no sonaba nada excepto el viento que pasaba por la terraza de mamá. En verdad que no deseo ni pienso volver a caer por alguien, menos por un detestable ser como Kim Yongsun.

Empecé a cerrar los ojos cuando escuché el sonido insistente de mi celular, lo empecé a buscar entre mis bolsillos pero al parecer no había nada ahí, cuando lo ví a unos centímetros al lado mío, suspiré con cansancio y lo tomé porque el sonido no cesaba.

-Diga.

-Oh por dios, no me digas que estabas durmiendo a esta hora-debí de haberlo imaginado, era Jungwoo quien sonaba asustado o algo parecido-, por el amor de dios, Moon Byul, ya sal de ahí.

Ignorando cualquier comentario suyo, decidí ir al grano, no tenía el más mínimo humor de platicar con alguien, no ahora.

-¿Ocurre algo en París?

-Bien, por lo que alcanzo a escuchar es que no estás tan de humor, te llamo porque dijiste que irías con tu amigo para que te diera un recorrido, pero, ¿qué pasó? ¿Hay algo que le puedas contar a este chico?

Sabía perfectamente que Jungwoo ahora no estaba jugando, tampoco se burlaría de mi horrible situación, nunca él pareció hacer burla de ello aunque tuviera una mínima posibilidad. Di un fuerte suspiro para decirle lo terrible que se tornaba el panorama para mí en días venideros.

-Ella, hoy la ví.

El silencio se hizo presente al otro lado de la línea, quiero pensar que mi amigo se había quedado tan sorprendido como yo hace unas horas atrás. Pasado unos segundos, él habló.

-No sé qué decirte, pensé que había nulas posibilidades de esto, es decir, Seúl es enorme como para que ustedes dos se volvietan a encontrar. ¿Crees que esto sea una buena señal?