Ella era su joya más preciada y él ya no la quería lejos, no dejaría que pasará más tiempo sin tenerla a su lado, no quería leer los poemas que le escribía, quería escucharlos, no quería sentir tristeza al oír en susurros su nombre, quería que los d...
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Las puertas del harén eran abiertas mientras una mujer entraba con una pequeña sonrisa.
-Muchachas vengan aquí-
Rápidamente todas comenzaron a acercarse extrañadas al ver a tres mujeres más entrar con cajas.
-¿Qué sucede señorita Filial?- pregunta una de las que se encontraban en el lugar-¿Qué son esas cajas?-
-Hay hermosos regalos en las cajas- contesta con mayor sonrisa- Pueden tomar lo que deseen-
-¿Quién los envío?-
-Yo lo hice-
Todas dirigen su mirada a la entrada encontrándose con la mujer de cabello rojo, la cual traía una gran sonrisa en su rostro.
-Es un regalo mío- vuelve a hablar- Espero que les guste- prosigue al notar que la mayoría de ellas no se mueven y aún continúan extrañadas, a excepción de una que se aleja- Vamos, abran las cajas- las invita.
Una de ellas mira a Filial, quien le hace un gesto hacia las cajas, por lo que se acerca y agacha para poder abrir la de mayor tamaño dejando ver las hermosas telas y regalos que la sultana les daba. Esto hizo que las demás se acercaran para poder ver mejor, dejando satisfechas a quienes lo habían traído.
Hurrem se aproxima a tomar algunos objetos y se los da a las jóvenes, las cuales lo aceptan con alegría.
-Esto es para tí- toma una tela rosa y mira a su alrededor- Y este para tí, ese color va bien contigo- le dice a otra que se encuentra un poco más alejada.
Al mirar detrás de ella nota a alguien, por lo que toma una tela verde y le habla.
-Ayse- esta la mira- Ven aquí, esto es tuyo-
-¿Por qué nos regalas cosas?
-El sultán Suleiman regresara hoy- contesta mirando a todas- Alá lo protegió con su gracia, es por eso que estoy feliz y quería compartir mi alegría- termina con una pequeña sonrisa.
-De pronto te convertiste en un ángel- vuelve a hablar Ayse.
La mujer de ojos celestes baja la mirada al objeto en sus manos, se dirige hacia ella y se inclina para colocarle la tela al rededor.
-Quiero que nos reconciliemos- se aleja un poco- Y que seamos amigas de nuevo, basta de pelear, somos hermanas y las quiero mucho-
Se da vuelta para dirigirse a todas.
-Tendremos una fiesta hoy, música y baile-
-Señorita Hurrem- la llama Filial, quien se había retirado y volvía- El sultán Suleiman ya se encuentra aquí- anuncia con alegría.
-¿Lo dices en serio?- la rusa pregunta desconcertada, obteniendo un asentimiento cómo respuesta- Dijeron que llegaría por la tarde ¿Estás bromeando?- suspira emocionada- ¿El sultán está en el palacio?-