MOON KNIGHT: CRÓNICAS LUNARES

CAPITULO 16

Marc finalmente logro escapar de la prisión penitenciaría, pero ahora necesitaba buscar refugio por lo que no tuvo más remedio que ir a dormir a una casa de acogida para vagabundos, agradeció que Mr Knight usó un saco blanco como máscara pues así las cámaras no pudieron identificarlo, y así la policía no podría seguirle el rastro tan fácil, no cuando se dió un motín en una de las cárceles centrales de la Ciudad.

Se acostó en una de las camas más cercanas a la salida, pudo dormir unas 8 horas y pudo despertarse antes del amanecer, tomo las pocas cosas que tenía y salió de la casa de acogida para seguir su propio rumbo.

Marc ya estaba cansado de todo esto, sin embargo, no podía rendirse en medio de la batalla, pues antes de ser un avatar de un Dios Egipcio, fue un Marine, y fue uno de los mejores de su generación de graduados, le habían enseñado a no darse por vencido ni decaer, no importaba que tan horrible o complicada fuera la situación en la que se encontrará, el tenía que hallar la forma de salir adelante y de no dejarse derrotar por el entorno.

En sus noches durmiendo en las calles de la ciudad se percató de muchas cosas interesantes, la primera es que por alguna extraña razón las calles se llenaban de muchísima más gente de noche que de día, y la segunda es que había una tormenta eléctrica en la lejanía, escuchaba la tormenta y sus relámpagos, y creyó que en sueños escuchaba a la tormenta reírse.

Se despertaba de aquellas pesadillas para no volverse loco (que ya lo estaba) y para no cometer algún acto de estupidez producto del miedo.

—Buenas noches— le dijo un señor de saco y corbata.

Marc se devolvió el gesto de amabilidad, y así se la paso, devolviendo y saludando a extraños en la calle a pesar de su demacrada apariencia y su vestimenta de vagabundo.

Marc le sorprendía ver la cantidad de gente que caminaba sobre las calles de Vanguard City, pues su camino sin rumbo lo había conducido hasta allá. Newport se hallaba unos 45 kilómetros atrás, y no pensaba regresar, no hasta hacer algo con su status de fugitivo, cosa que pensó, permanecería así por un largo tiempo.

Tal vez las cosas no estaban tan mal, si, estaba viviendo en la calle, pero Steve había comprado varias propiedades no solo en la región de Vanguard, sino en otras regiones del continente de Brextar. Creía que si encontraba alguna de las 7 mansiones que compro, podía pasar sus noches allí mientras encontraba algún modo de subsistir.

Un niño se acercó y le dió un billete de 20 dólares, con el cual fue a una tienda y se compró una botella de agua, un par de botanas y un Hot Dog barato saborizado con catsup y rajas de chile.

Comió tranquilo en una banca mientras observaba a la gente pasar, le parecía curioso el paso del tiempo, cómo de ser un marine con un futuro asegurado, fue alguna vez un CEO de una corporación, y ahora era un sujeto de las calles.

No podía ponerse peor la situación, al menos no vagaba cerca de los bosques, pues el parecía ser el único que sabía lonque habita aquellos malditos bosques que rodean las ciudades.

Al caer la noche nuevamente se cubrió con un cartón mientras veía como las calles se llenaban de gente, gente que le saludaba mientras seguían sus propios caminos.

—No entiendo cómo es que hay mucha más gente de noche que de dia—comento Marc.

"Muchos de ellos no están vivos" contesto Konshu.

Marc sintió un horrible escalofrío recorre su espina dorsal, estaba viendo una multitud de espíritus sin descanso vagando eternamente por las calles de Vanguard.

"No tienes que temer de ellos Marc , los muertos no pueden hacerte daño, los vivos y otras cosas si".

—¿Como que otras cosas?— pregunto Marc.