CAPÍTULO 19

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Marc luego de aquella onírica experiencia que casi lo llevo a los abismos de la locura, se despertó en su cama de un grito, cerró la ventana que se había abierto debido a la ventisca de la lluvia de afuera.

—Oh carajo— se quejo Marc, quien aún le temblaba las piernas debido al horrible susto del que fue víctima.

"Te dije que verías algo muy alucinante Marc".

—Eso no fue alucinante. Eso fue horrible, fue aterrador, fue traumático...¡¡Maldición!!

"Veo que ver un montón de muertos te afectó"

—Vete a la mierda con tu sarcasmo Konshu, esto no esta bien. No está bien ¿En qué maldito lugar nos fuimos a meter?

Las puertas se abrieron hacia la biblioteca de la casa, pero está vez no había sido obra de espíritus ni de entidades dentro de la casa, está ve había sido Konshu.

—¿Porque no vas a averiguarlo? Hay más respuestas de las que imaginas.

Marc levantó la ceja, sospechando demasiado de Konshu, pues con lo de la fiesta, intuyo de que se trataba de alguna otra "broma" pesada por parte de la deidad egipcia.

—No Marc, está vez no hay fantasmas o espíritus vengativos esperando en la biblioteca, solo hay libros ¿Lo entiendes?

—Si, lo entiendo.

Marc entonces fue hacia la puerta y bajo las escaleras hasta llegar a la biblioteca de la casa. Los estantes rebosaban de libros y archivos de todo tipo, supuso que se trataba de expedientes y libros que resguardaban toda la historia de la casa o del planeta entero.

Se acercó a las estanterías y tomo algunos tomos de acuerdo a lo que le interesaba leer. Fue con su montón de libros en el brazo y se sentó en la mesa cercana. Se disponía a leer tranquilo cuando Konshu lo interrumpi

"Hay algo afuera Marc. Algo asechando en los bosques".

—¿No será un oso?

"No. En Joyland no hay osos. Los primeros colonos no los incluyeron como parte del cargamento de la fauna. El 90% de los animales del planeta son nativos de este. Solo los gatos y los perros fueron introducidos".

—¿Y tú cómo sabes eso?— pregunto Marc algo intrigado.

"¿Crees que los Dioses no leemos y poseemos todo el conocimiento del mundo?".

—No es por ofender Konshu pero no te imagino leyendo libros.

"Es porque nunca estás despierto a altas horas de la noche. Mi hora de lectura es de las 5;00 a 6:00 am".

—Entendido. Aunque no me extraña de tu parte.

Marc abrió uno de los libros y comenzó a leer tranquilo, mientras afuera, la tormenta se calmaba y el agua comenzaba a mitigar.

(...)

Dos noches pasaron y Marc regreso de comprar algo de ropa para quitarse de encima esa apariencia de vagabundo con la que cargaba hacia ya varias semanas atrás, cuando vivió una semana entera en las calles hasta salir de la región de Vanguard, al menos fuera de allí la fuerza policiaca no iba a investigar demasiado.

Por alguna razón la policía y el ejército no se aventuraban a los bosques que rodeaban las ciudades centrales, supuso la macabra razón detrás de esa decisión. Pero ahora el se encontraba cerca de la madriguera.

Los Hombres Lobos estaban asechando. Y por alguna razón su actividad había disminuido. Tal vez se debía a la posible amenaza de una Guerra Civil que podría desatarse en cualquier momento.

MOON KNIGHT: CRÓNICAS LUNARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora