CAPITULO 15

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Dentro de las instalaciones de la cárcel penitenciaria, Marc Spector descansaba en su celda individual mientras jugaba con una piedra, averiguando la forma en la que escaparía del lugar.

Era imposible no salir de esa prisión sin causar un alboroto. Al menos podía esperar a la hora de la comida. Konshu solo observaba los pensamientos de Marc y los complementaba con ideas.

Realmente le costaba entender ahora la magnitud que tenían sus actos en la ciudad, sin embargo, contaba con una ventana, nadie sabía quién era Moon Knight, y nadie le interesaba quien era Marc Spector, solo a los estúpidos agentes del MIB.

Los reclusos hablaban del otro lado de la celda, preocupados. La angustia en sus voces solo denotaba que hablaban de noticias que recibían del exterior.

Marc decido no prestar atención por el momento y concentrarse en su misión actual. Buscar una forma de *salir de la prisión" para ir a por el Kingpin y matarlo de una vez por todas.

El muerto, desatarían un conflicto de intereses entre las diferentes Mafias para tomar el puesto de Fisk, y ahí era donde Moon Knight entraría para darles caza a cada uno de los bastardos con aspiraciones más grandes que sus expectativas de vida.

Comenzó a silbar una melodía tranquila para llamar la atención de los guardias, la melodía era lo suficientemente apacible cómo para que los reclusos de las otras celdas le mandaran a callar o se molestaran por ello.

Escucho pasos de botas de cuero en los exteriores a la celda y supo que su método estaba dando frutos exitosos. Continuo silbando hasta que vio al guardia del otro lado de los barrotes.

—¡¡Hey, maldito imbécil, ¿Quien te dió permiso para silbar?

Marc lo volteó a ver con una mirada burlesca, con una sonrisa cínica y casi siniestra.

—Lo siento, solo me divertía un poco.

—¡¡Estás en la prisión hijo de perra, tu ya no posees ningún derecho!!

—Excepto el de cogerme a tu esposa todas las mañanas— contesto otra voz. Mr Knight había salido para finalizar la labor de escape.

—¡¡¿Que dijiste pedazo de mierda?!!

El guardia saco las llaves para abrir la celda. Mala idea. Mr Knight lo tomo del cuello y le azotó el rostro contra los barrotes de metal varias veces hasta desmayarlo. Tomo las llaves meticulosamente de su mano y abrió la cerradura de su celda.

Ya en libertad prosedio a abrir las demás celdas, los presos le veían extrañados, sin embargo, solo eran peones en su juego.

Con más de 30 hombres detrás suyo, los policías se percataron del motín que se estaba llevando a cabo.

No alcanzaron a tocar las alarmas a tiempo, los presos comenzaron a molerlos a golpes. Mr Knight accedió a los paneles de control y uno a uno accionaba el interruptor de abierto a cada una de las celdas en cada una de las alas de la prisión.

Entonces las alarmas comenzaron a sonar.

La música a penas comenzaba a sonar en su cabeza.

Sus ideas se maquinaban en su cabeza como una bella pieza de relojería funcionando.

Los policías llegaban armados, por lo que el abrió las puertas y tomo algunas armas también de la sala de seguridad.

MOON KNIGHT: CRÓNICAS LUNARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora