Mentiras de un traidor (LawLu/ZoLu)

Capitulo XI: El pasado del amor que tuve

—¡ESCÚCHAME BIEN DESGRACIADO HIJO DE PUTA NO VOY A DECIRTE NADA, ASÍ QUE HAZME LO QUE QUIERAS NO VOY A HABLAR!— Law apretó las muñecas, sin importarle que se lastimara con las esposas, todos los miembros de la banda miraron al marino sin inmutarse.

—Es de esos marinos fieles, que divertido—menciono Nami sonriente.

 
—¡CIERRA LA BOCA MALDITA ZORR— Sanji golpeó al tatuado en la boca, fue tan fuerte que el marino tuvo la sensación de quedarse sin mandíbula.

 
—Ten cuidado como le hablas a las damas, no me hagas educarte a mí manera— mencionó el rubio volviendo a su posición inicial.

 —Oi, Torao— el ojigris atendió el llamado del sombrero de paja mirándolo con suma firmeza.

 —Ya lo sabemos todo, no hay nada que puedas decirnos que sea de utilidad.

 
Law carraspeo —¿Qué? ¿Co-como?

 
—Tranquilo Trafalgar, ninguno de tus compañeros dijo nada— declaró Jinbe manteniendo una postura calmada.

— ¿COMO MIERDA SE ENTERARON.

 —Luffy deberías decirle todo de una vez— Usopp cruzó los brazos al mismo tiempo que miraba a su capitán.

Posteriormente Luffy alzó la mirada en dirección a la de Law, aquella interacción le hizo saber al comandante que el chico del sombrero de paja era más inteligente de lo que pensaba.

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—¡BASTARDO DE MIERDA!— Ace continuaba golpeando a Trafalgar a pesar de que este ya se había desmayado, al pecoso no le importaba que sus puños estuvieran cubiertos de sangre al igual que sus ropas.

—Hermano, ya fue suficiente— Sabo colocó una mano sobre el pecho de Portgas, este se tomó unos momentos para respirar y tranquilizarse, dándose cuenta que Law ya estaba demasiado herido, a penas podría sobrevivir si no se le daba atención en unas horas.

Sanji  miraba la escena mientras fumaba su cigarrillo, Zoro se encontraba recargado sobre el cofre del auto con los brazos cruzados y los ojos cerrados, ellos ya habían saldado sus cuentas con Trafalgar.

 
—¡Te veré en el infierno imbécil!— el 'puño de fuego" escupió al cuerpo inmóvil del cirujano.

—Bien hecho Ace ¿Ahora que vamos a hacer con esos dos?— interrogó Sanji mirando también a Drake, tirado en el concreto con la nariz y el brazo roto, cubierto de sangre y moretones.

 —Por mi qué se queden ahí, par de basuras— respondió el pecoso mientras se subía al auto.

 Sabo suspiro —Los dejaré fuera de una hospital, creo que ya les quedó claro nuestro mensaje— de la nada el teléfono de Sabo comenzó a vibrar, el rubio respondió a leer el nombre de su padre.

—Bueno…ajá…entiendo…si, está bien…vamos para allá— El revolucionario termino la llamada —¡Ace! Es papá quiere que vayamos a recibirlo al aeropuerto.

 
Tanto el cocinero como el espadachín se inquietaron un poco ante la llegada de Dragón, estaban a solos unos días de la boda y Luffy no estaba en condiciones de encarar a su padre, tal parece que las cosas iban de mal en peor.

 —Sanji, Zoro, lamentamos tener que dejarles a estos marinos— hablo Sabo.

 
—No hay problema, nos encargaremos.

 —Perfecto, nos vemos pronto, en cuanto haya alguna novedad Luffy se las haremos llegar— finalizo Ace para luego subirse al auto y conducir fuera del lugar.