En un pueblo victoriano un joven tímido y melancólico llamado Naruto Namikaze, presionado por su adinerada familia, está a punto de comprometerse en un matrimonio por conveniencia con la hija de unos aristócratas. Mientras ensayan la boda, la presió...
Bienvenidos a esta nueva historia. Espero les guste 😊 Está inspirado en la película del "cadáver de la Novia" del director Tim Burton. Debo advertir que no será 100% fiel a ella pues tendrá modificaciones a medida que transcurra la historia.
Sin más que decir, prosigan con la lectura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se podría apreciar la llegada de la época de invierno en Konoha, una fina capa de nieve blanca y pura estaba cubriendo las casas, las carreteras y árboles, además; el cielo estaba cubierto de nubes grises otorgando el ambiente algo oscuro pues no se podía apreciar con claridad los rayos del sol.
A pesar del clima, el ambiente estaba calmado. Pero eso no era lo que pensaba cierto rubio de ojos azules que observaba desde la pequeña ventana de aquel carruaje ese paisaje invernal, y es que en su rostro se podía denotar gestos de disgusto y desinterés, ¿la razón? Era simple: Un matrimonio arreglado.
- Naruto, al menos finge intereses... - El joven varón volteo a ver a su madre - y ponte derecho, ¿Dónde están los modales que te hemos enseñado? Así no se debe comportar un Namikaze - Su madre era una mujer hermosa, tenía largos cabellos rojizos que le llegaban hasta la cintura, ojos grises y piel blanca, lucía un hermoso vestido blanco, largo y elegante. Sin embargo, lo que tenia de belleza lo tenía de frialdad.
- Si madre - Dijo el joven obedeciendo a su madre con desgano.
- Naruto, no es tan malo como parece, pero tu madre está en lo correcto. Todo debe ir de acuerdo con lo que se ha planeado - Trato de animarlo un hombre cuya apariencia era casi idéntica a la del menor, solo que con rasgos mucho más maduros.
- Si padre ... - Murmuro Naruto en voz baja.
Ante esa respuesta, el silencio inundo de nueva cuenta el carruaje durante varios minutos, hasta que el joven lo rompió.
- ¿Pero cómo resultara todo esto?, nunca he hablado con ella, ni siquiera sé cómo luce - se quejó el único hijo de los Namikaze.
Kushina lo miro con desaprobación al tiempo que cruzo sus brazos - no nos debe importar eso, debemos utilizarlo a nuestro favor - contraatacó molesta la mujer, dando a entender el fin de aquella conversación. Sin embargo, aquella tensión en el ambiente que se había generado con ese último comentario fue interrumpida por una tos que provenía desde el techo del carruaje.
Ante ello, Kushina bufo molesta agarrando la sombrilla que estaba reposando cerca de ella para empezar a golpear el techo desde adentro.
- Ash, ¡Shikamaru!, ¡Shikamaru! ¡Deja de hacer esos horrorosos sonidos, nos molestas! ¡si no te callas te voy a despedir! - Naruto al oír la amenaza de su madre hacia el que era su único amigo solo pudo rodar los ojos, a ella todo le molestaba.
El carruaje se estaciono frente a la puerta de una vieja mansión que para el disgusto de Naruto se veía algo tétrica. Al bajar los tres, caminaron sin prisa hacia la entrada deteniéndose al llegar, esperando así que les abrieran. Kushina volteo a mirar por última vez a su único hijo para ver si se encontraba presentable, llevándose de nuevo la sorpresa que Naruto volvía estar parado de manera incorrecta, lo que le produjo que frunciera su ceño. - Naruto, ponte derecho, pareces un bandido - Le regaño al tiempo que acomodaba la corbata del menor, mientras que el señor Minato Namikaze al ver que no les abrían la puerta, empezó a tocarla con insistencia.
