EL ERROR

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Ambos no dijeron nada por largos minutos. Naruto sólo se dedico a abrazar a Sasuke, mientras el doncel se dejaba. Podía sentir las lagrimas de su esposo en su cuello y como el cuerpo ajeno al suyo temblaba.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó el pelinegro en voz baja — ¿Cómo me encontraste? —

— Tuve algo de ayuda — Admitió el rubio para después cortar el abrazo pero sin alejarse por completo de él.

— Jūgo — El mencionado tembló afuera de aquella habitación al escuchar su nombre, pues temía que Sasuke lo reprendiera.

— No te enojes con él, solo intentaba ayudarme — Defendió a aquel varón.

— No entiendo… — Mencionó confuso el doncel — Tú me odias, ¿porque querías verme? —

— No te odio… — Negó con la cabeza al decirlo.

— Pero lo que dijiste hace rato — Le recordó al varón.

— Fui un idiota. No debí hablarte así… — Se disculpo — La cuestión es que todo esto es nuevo para mi y no supe reaccionar… No tengo motivos para odiarte — Sujeto las manos contrarias con las suyas tratando de transmitir confianza — Eres el único que de alguna manera me ha visto con ojos distintos a los demás en toda mi vida… No sé cómo podría definir aún lo que siento, pero de algo sí tengo en claro — Sasuke lo miró fijamente esperando a que continuara — No quiero separarme de tí — El doncel frunció su entrecejo y se separó del rubio poniendo distancia entre ambos.

— Estoy muerto —

— Lo sé —

— Lo nuestro es imposible —

— No lo es — Obtuvo de nuevo los ojos del doncel en él.

— ¿Qué pasará con ella? — Le recriminó — Me mentiste, solo por esa mujer —

— No la amo, si es eso lo que quieres preguntar directamente — Se acerco con lentitud hacia el más pequeño y le sujeto su mano esquelética — La conocí el mismo día que llegue aquí, fui directamente hacia ella no solo porque su casa estuviera más cerca que la mía, eso es lo de menos. Aunque tratará de convencerme a mí mismo de que era por ello… La verdad, fui a ella porqué era la única que tal vez podría escucharme… Mis padres nunca lo harían. —

— Tu si le gustas. Lo vi en sus ojos — Suspiró recordando lo sucedido.

— Puede que sí — Afirmó el rubio — Sin embargo; lo más seguro es porqué siente que encontró a una persona parecida a ella… alguien que solo busca la aprobación de sus padres, aunque ellos no lo merezcan — Admitió.

— ¿Y tú vida? — El doncel estiro la mano libre que tenía hasta tomar una de las mejillas contrarias — Tu no perteneces aquí… Lo entendí, luego de reflexionar. No puedo ir a donde están los vivos y si sigues en este lugar, morirás… Y no quiero ser el causante de ello… No quiero arrebatarte tú vida, tal como lo hicieron conmigo —

— Sería mi decisión quedarme, no tendrías culpa de nada —

— Pero… —

— Pero, nada … — Lo interrumpió — Por alguna razón, desde que te conocí y aunque lo intente negar desde un principio, mi corazón late por ti… Tú belleza es cautivadora y tú personalidad es un encanto.—

— No… No es lo correcto —

Sin esperar palabras contrarias, se separo del rubio y salió de aquella habitación corriendo, ignorando incluso a Jūgo que se encontraba detrás de las paredes escuchando hasta salir de aquella vieja casa.

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⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

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Mi novio es un cadáver (NARUSASU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora