MENTIRAS

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Sasuke se encontraba sentado en aquel tronco donde el rubio lo había dejado antes de ir a buscar a su madre. Sostenía su cabeza con la mano derecha, estaba aburrido por la espera ya que su pareja se estaba demorando más de lo que pensó.

— Te está engañando — Escucho aquella voz que siempre estaba en su cavidad cerebral — No seas ingenuo, ve a comprobarlo tú mismo —.

El doncel se enderezo por lo dicho a la vez que frunció su ceño, inclino un poco su cabeza a un lado y sé golpeó un poquito para que el gusano saliera de su interior hasta hacerlo caer en la fría nieve — Ve a comerle el cerebro a alguien más, Sai. Yo confió en Naruto, esperare aquí tal como me lo pidió —.

Aquel invertebrado suspiro resignado y con su cola quito parte de la nieve que había quedado en su cabeza — Si no me lo hubiera comido, te diría que usaras tu cerebro —.

Sasuke suspiro ¿Debería hacerle caso a Sai, e ir a buscar a Naruto?, se pregunto mientras observaba el sendero que su esposo había tomado.

Naruto respiraba agitado debido a que en ningún momento había dejado de correr, solo se detuvo hasta que llego a la mansión de la Familia Haruno, pues esta estaba más cerca que su propio hogar

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Naruto respiraba agitado debido a que en ningún momento había dejado de correr, solo se detuvo hasta que llego a la mansión de la Familia Haruno, pues esta estaba más cerca que su propio hogar. Cuando estaba a punto de golpear la puerta alcanzo a escuchar la conversación que se estaba dando al otro lado debido a lo alto que los otros hablaban.

— ¡Es que es un maldito! Era de esperarse de un Kamikaze — Grito Kizashi Haruno — Es un completo incompetente. Ocasiona un desastre y como si no fuera suficiente ¡Sale huyendo y abandona a mi hija! —.

El rubio se acercó a una ventana que se ubicaba cerca de allí para poder observar mejor la reacción de quienes se suponen serian sus suegros. Y ahí los vio, la mujer sentada viendo la fogata poniendo una expresión enojada y el varón, de pie con un vaso de vino en una de sus manos.

— Te juro que si vuelvo a ver a ese niño mimado lo voy a estrangular con mis propias manos —Menciono con rabia Mibuki.

— Calma, Mujer. Además tus manos son muy grandes y su cuello es delgado aun para ser un varón. Si quieres hacer eso, usa una cuerda — Mencionó el varón con burla.

— ¡¿Qué dijiste de mis manos?! — Grito Mibuko a la vez que se levantaba de su asiento para mirar a su esposo.

Naruto al escuchar eso se resignó en que lo mejor era no molestarlos pero al elevar la vista vio la luz prendida de una habitación por lo que supuso que está era de Sakura. Con eso en mente busco algo que le permitiera subir y en eso se fijó de unas enredaderas que se extendían por toda la pared y terminaban cerca de aquella parte de la mansión. Comenzó a escalar con agilidad hasta aquel pequeño balcón y sujetándose de la barandilla se impulsó cayendo hacia adelante.

Una vez que tocó suelo se acercó con cautela para poder ver el interior de la habitación, dándose cuenta de que su suposición era la correcta pues ahí la vio a ella, sentada en un sofá con una manta cubriéndola del frio. Con alivio toco suave la puerta de cristal solo deteniéndose cuando capto la atención de Sakura.

Mi novio es un cadáver (NARUSASU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora