ChanIn
Están seguros que es un buen lugar?
Ya he ido a varios burdeles y ninguno llena mis expectativas.
Chan ya te dijimos que sí-insistió Changbin- con Minho vamos por lo menos dos veces a las semanas además esta semana llegarán chicos nuevos.
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Chan entró a la habitación directamente donde se encontraba el chico que escogió para esa noche, esta vez no le importaba su nombre o alguna otra cosa lo único que tenía en sus pensamientos era la forma en que lo follaria además de ver como las mejillas de ese chico se llenaban con su caliente polla y su semen, era lo único que tenía en mente.
– Me presentó,mi nombre es Christopher, creo que es lo único que importa aquí, además se que no me dirás el tuyo, bueno no importa, lo único a que vine fue a disfrutar,no hacer amigos o algo así.
– Bienvenido, ponte cómodo, espero complacerte y que puedes hacer conmigo lo que se te plazca me encargaré de cumplir todos tus deseos - dijo Han más conocido como Squirrel, debido a lo bien que cabían los penes en su boca haciendo aún más regordetas sus mejillas.
– bueno ya basta de hablar que no vine a eso, mejor ven y haz lo que sabes hacer- ordenó Chan.
Han obediente se acercó a Chan, llevando con el un lubricante y condones que siempre le daba a sus clientes ya que algunos lo necesitaban, al ver lo que Han traiga consigo Chan no pudo evitar reír.
– Lubricante? Jajaja, creo que tu culito no lo necesitará, te lubricaras tu mismo así que ve, ponte cómodo en esa cama, masturbarte y usa tu propio semen para tu agujero si no quieras que te duela.
Han obedeció, tomó su propia polla y comenzó a pasar su mano de arriba a abajo, sin duda sabía hacerlo bien pues en los pantalones de Chan su erección comenzaba a mostrarse más, empezando así a despojarse de su ropa. se acercó Han sacando su caliente polla y le ordenó meterla a su boca.
— No estaría mal que le añadieras lubricante así que abre esa linda boca y trabaja ello.
La lengua experta de Han recorría toda la longitud de aquella polla de la cual comenzaba a salir líquido preseminal el cual sin duda tenía un agradable sabor.
– Creo que ya estás lo suficientemente lubricado- dijo chan mientras retiraba su pene de la boca de Han- seguiremos luego con esto, ahora levántate y muéstrame tu trasero el cual estoy a punto de hacer mío.
Han inmediatamente se dio vuelta pegando su torso y su cara a la cama, abriendo lo más que pudo sus piernas, separando sus glúteos con sus manos para una mejor vist dejando así su rosada entrada expuesta para Chan, quien al ver esa escena se relamía los labios al ver lo que estaba a punto de disfrutar.
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