Una historia con Patrick Bateman. Donde dos personas muy similares logran mostrarse mutuamente lo que es NO ser individual. Compartir buenos y malos momentos para generar un lazo que, por primera vez experimentan.
Con altos y bajos, pero definitiva...
Fue una larga caminata (del club hasta el edificio eran 45 minutos). Los dos sabíamos que ambos podíamos pagar un taxi. Aún así ni uno hizo nada. Fue como una pequeña conexión que tuvimos desde un principio. Algo muy raro y nuevo para mí. Con esto me refiero; que ambos estábamos interesados en charlar el uno al otro, en la tranquilidad de la calle vacía a las 2 a.m. Por eso al llegar a la entrada del edificio (con un cigarrillo a medio terminar) sabíamos muchas cosas del otro. Muchas más de las que comúnmente comparto. Debo aceptar que en un principio noté mentiras saliendo de su boca. Mentiras hechas para encajar. Pero en algún punto de la conversación sentí un cambió drástico a la sinceridad. Algo que aprecio bastante de mí vecino (y tal vez; nuevo amigo) Patrick Bateman.
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Patrick Bateman
-Llegamos.
Dije, tal vez con un notable tono triste. No es que yo quisiese que fuese así. Solo que sorprendentemente fue de mí agrado compartír una charla con Madison Montgomery, de 45 minutos, mientras caminábamos en las solitarias calles nocturnas. Esto último sabiendo que ambos podíamos pagar un taxi.
Madison Montgomery fue sincera, pero no del todo. Pude notarlo de vez en cuando en los repentinos silencios que daba en lo que debería ser una historia fluida. Aún que de esto no puedo quejarme. Yo tampoco fui sincero. En el inicio todo lo que mí hiperactiva lengua (por la reciente droga que había consumido) dijo fueron mentiras. Pero 20 minutos antes de llegar a nuestro edificio, me fue inevitable hablar con sinceridad. Para mí sorpresa, no fue algo tan incómodo el ser relativamente sincero con ella. De hecho, puedo afirmar que fue algo agradable.
Tiro su cigarrillo (a medio terminar) a el suelo y seguido de ésto, lo piso. Todo pasó mientras ella me miraba fijamente a los ojos, con una intención extraña que no logré decifrar. Algo tenía que ver con la superioridad que quería demostrar esta mujer ante mí, algo que tal vez los dos podíamos compartir.
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Madison Montgomery
Entramos a nuestro gran edificio, estaba completamente vacío y silencioso, excepto por el conserje que cuidaba la entrada. Yo lo saludé cordialmente, puesto que mí odio por la sociedad no interfiere en mis buenos modales con está. En cambio Patrick lo ignoró rotundamente, algo que me extrañó y en parte me ofendió. Yo trato igual a todo el mundo, no me interesa su estatus social. En cambio siempre he sabido que Patrick es muy amigable con su entorno, pero me sorprende que tenga excepciones con; (al parecer) gente que no es de su clase. Quería hacer notar mí desagrado entonces lo mire fijamente cuando él no lo saludo, me concentré tanto que dejé de caminar. Tengo que decir que fue algo raro. Entonces Patrick paro junto a mí.
-Que pasa?.
Yo no respondí, simplemente mantuve el contando visual y entrelami mis labios. Pude ver que él notó mí señal y...
Patrick Bateman
Nosé por qué lo hice. Nunca me había rebajado tanto desde la secundaria. Ella paró y vi sus (tengo que admitir) hermosos ojos para darme cuenta de que ella trataba de que yo saludara al conserje (¿?). Me sentí rebajado ante está acción que nunca había hecho. No podía creer que lo estaba haciendo por una mujer. Solo lo haría por mí. Esto es repugnante. Ni si quiera sé si esa mujer vale tanto como para hacer esas atrocidades. Pero bueno, tenia que seguir con mí propósito de relacionarme más con mí futura víctima, para ver si eso podía darme nuevos sentimientos al momento de asesinar. Que tal vez me den un sentido de vivir.
