Eres muy joven, a-Cheng

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La visita de su hermana y de Jin Zixuan los tomó por sorpresa porque ellos no habían avisado de su llegada, pero esa sensación quedó reducida a nada cuando Yanli les dio la noticia de su embarazo.

Tanto su padre como su madre estaban felices, su padre era más efusivo que su madre pero no fue difícil para a-Cheng reconocer la sonrisa de felicidad de su madre junto con esa mirada de orgulloso porque pronto sería abuela. 

La relación entre Yanli y Zixuan, hasta donde sabía Jiang Cheng, había pasado por muchos momentos de separación y silencio hasta que finalmente se casaron. Ellos tenían una larga vida detrás, por lo que el cortejo había sido realmente largo. 

— Los tiempos de paz traen noticias alegres. — Comentó su padre después de abrazar a Jin Zixuan y de besar la frente de Yanli. 

Eran esos momentos especiales que merecían ese tipo tan especial de afecto. 

Jiang Cheng también felicitó a su hermana, pero la sensación de soledad que se había asentado en su corazón desde que el señor del Inframundo le había retirado su amistad se hizo más fuerte.

Él no quería admitir que se sentía desechado, desplazado y solo. El primero por el señor del inframundo, el segundo por el hijo de su hermana y el tercero por Wei Ying, quien no había contestado sus cartas y no lo había ido a visitar como antes solía hacerlo. 

Esa noche, Jiang Cheng no pudo dormir. Por más que intentó hacerlo, cerrar los ojos y obligarse a no pensar en nada, no pudo conciliar el sueño. Su mente estaba haciendo ruido sobre el mismo tema de siempre y no pudo evitar voltear a ver su brazo que se sentía desnudo desde que el señor del Inframundo le había quitado los brazaletes.

"¿Qué hice mal?"

La pregunta no dejaba de rondarle en la mente, no dejaba de atormentarse a sí mismo buscando respuestas que justificaran el por qué el señor del Inframundo se había mostrado tan amable con él y de un momento a otro, le había retirado su amistad de aquella manera tan abrupta. 

Él había faltado a las cenas pero era porque su madre lo mantenía ocupado todo el tiempo. Aquello no se sentía bien porque él sabía que Lan Xichen lo estaba esperando, pero siempre le había enviado una cuenta con una disculpa escrita y se decía a sí mismo que la siguiente vez que tuviera una oportunidad, iría al Inframundo. 

Jiang Chen nunca había perdido la intención de regresar porque él quería regresar y pasar tiempo con el señor del Inframundo hablando de todo lo que se les ocurriera. La compañía de Lan Xichen lo hacía sentir valorado y bienvenido. 

A-Cheng se rindió con la intensión de dormir y decidió levantarse de la cama y salir a caminar un rato. No tenía un lugar fijo, pero sus pasos lo llevaron al estanque de lotos de su padre y el recuerdo de aquella tarde platicando con el señor del Inframundo, se hizo doloroso. 

"¿Qué hice mal? ¿Tan joven soy que confundo amabilidad con amistad?"

La pregunta fue dura y cruel porque fue él mismo quien la hizo. 

— A-Cheng... 

La voz de su hermana le hizo dar un pequeño salto en su lugar. Jiang Cheng no la escuchó llegar, ni siquiera sabía que ella estaba despierta, y rápidamente se dio la vuelta para verla.

— Jiejie... ¿qué haces aquí? Deberías descansar. 

— Estás llorando. — El comentario de su hermana lo confundió un poco. — ¿Por qué estás llorando? No llores, a-Cheng. 

— Yo no... no estoy llorando...

Sin embargo, Yanli estiró la mano y le acarició el rostro con suavidad, como si le estuviera limpiando las lágrimas con el pulgar. La mirada ausente de Yanli le hizo saber a Jiang Cheng que su hermana no estaba despierta.

Semillas de Loto || XiCheng FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora