Semillas de Loto || XiCheng FF

Esa es una excusa muy grande, a-Cheng.

Aunque habían pasado muchos años desde la guerra que inició Wen Rouhan, lo que él creó seguía vagando por el mundo y causando problemas. Los cadáveres andantes y los monstruos que devoraban almas, eran algo que aún no lograban erradicar.

Los primeros eran peligrosos porque parecía que lo que los impulsaba a levantarse de sus tumbas, se transfería a cadáveres que no habían sido enterrados apropiadamente. Y los monstruos que consumían almas, mientras más almas devoraran, más difíciles de exterminar eran.

Ellos eran la razón por la cual los miembros de las Sectas seguían en constante entrenamiento a pesar de ya no haber guerras.

Esa era la razón por la que Jiang Cheng estaba en medio de una batalla contra un monstruo devorador de almas que estaba azotando una aldea de la zona de Yunmeng mientras sus compañeros de Secta intentaban atacar a los cadáveres que salían de todos lados.

No era la primera vez que Jiang Cheng iba de cacería, pero sí era la primera vez que enfrentaba un enemigo de ese tipo y aquello lo había tomado por sorpresa. Afortunadamente lograron detenerlo y exterminar a todos los cadáveres, los cuales fueron incinerados en una enorme pira para que no causaran más problemas.

— Que extraño. Estos eran más fuertes que antes. — Comentó uno de los discípulos del clan mientras veían arder los cuerpos.

— La última vez eran menos. — Dijo otro.

— Parece que se multiplican. — Un tercero habló.

— ¿Habrá casos similares en las demás regiones o solo aquí?

Los demás discípulos empezaron a hablar y comentar sobre lo que había pasado, pero Jiang Cheng, quien había tenido pesadillas sobre lo que sucedió en la guerra a causa de la energía del inframundo que lo infectó por breve tiempo, podía corroborar que los cadáveres no eran más fuertes que antes, sino que se habían vuelto más hábiles y que tenían una mejor forma de ataque.

Si es que se pudiera decir que los cadáveres tenían una "forma de ataque". Era algo que Jiang Cheng no podía explicar porque los cadáveres eran cadáveres, atacaban siguiendo la energía en los cuerpos de las personas y no había manera de que eso cambiara.

Cuando regresaron a Muelle de Loto, Jiang Cheng se reunió con su padre y le contó lo que notó durante esa cacería, pero como sucede cuando la experiencia minimiza lo nuevo, Jiang Fengmian lo calmó diciendo que no debía preocuparse por eso y que eran cosas que a veces pasaban.

A veces.

Jiang Cheng no comprendía la postura tan renuente de su padre sobre ese tema y no pudo hacer nada para que él cambiara de idea y lo tomara con seriedad, así que recurrió a la segunda persona que podría escucharlo en ese lugar.

Su madre.

A-Cheng le explicó a su madre lo que había visto en la cacería, evitando descaradamente lo de sus sueños a causa de la energía del Inframundo, y su madre lo escuchó en silencio hasta que él terminó de hablar.

— La guerra fue cruel y dejó más pérdidas que victorias. Decir que viste algo como "un cadáver que se mueve diferente" es lo mismo que decir que la guerra no ha terminado.

— Yo no quiero decir eso, a-Nian pero...

— Tú naciste en tiempos de paz, mi pequeño Loto. No has visto lo que trae la guerra, y nuestros padres quieran que no lo veas. — Su madre se levantó de su asiento y lo abrazó con ese tipo de abrazos que se dan en privado. — Si tanto te preocupa, yo lo investigaré.

Jiang Cheng agradeció lo que su madre dijo y cambiaron la plática a otros temas. 

Desde que su hermana se casó y se fue a vivir a la Secta Jin, Jiang Cheng y su madre se habían acercado más, haciendo que toda la responsabilidad emocional de ser el siguiente líder fuera menos.