Si la vida fuera una broma, yo sería la caída.

Capítulo 4 : Elemental mi querido Watson

Bakugou Katsuki no era supersticioso.

Caminaba sobre las grietas de las aceras y no le importaba que se rompiera un espejo. Los viernes 13 fueron como cualquier otro día. No tenía miedo de meterse debajo de una escalera o abrir un paraguas adentro, y especialmente no tenía miedo de los gatos negros.

Para él, era solo una excusa para los extras que estaban demasiado asustados para ver la puta realidad.

Entonces, cuando Katsuki vio que tanto su maestro como su antiguo vecino colapsaron en el suelo, inmediatamente buscó la causa de su colapso.

Empujó a los ciudadanos, pidió a alguien que llamara a una ambulancia y se ocupó de los dos adultos en el suelo.

Bakugou primero buscó signos de vida, luego de conciencia. Como ninguno de los dos estaba consciente, los puso en PLS y buscó cualquier signo físico de lesión o de algo anormal.

Recorrió lentamente los puntos vitales de su maestro con manos firmes pero tranquilas. Estaba a punto de concluir que su sensei no tenía lesiones físicas cuando rozó suavemente la cadera derecha de Aizawa. Inmediatamente, apartó la mano de la cantidad de calor que desprendía el área.

¿Quizás fiebre? No era posible ya que, salvo esa zona, el resto del cuerpo estaba a temperatura normal.

Entonces, ¿qué fue?

Levantó suavemente la camisa de su maestro y jadeó ante lo que vio.

imposible _

La realización lo golpeó en la cara.

NO !

Katsuki corrió al lado del Shitty Nerd e inmediatamente trató de levantar su camisa.

Sus ojos fueron atraídos directamente a la marca ubicada junto al corazón del peliverde.

Joder _

Katuski.exe ha dejado de funcionar.

Bakugou se frotó los ojos, pero aún estaba allí, colocado inocentemente sobre el tonificado pecho de Deku.

El dibujo de un arma grabada con cordones blancos, rodeada por una banda blanca suelta que irradiaba calor.

Era la marca del alma de Izuku, la que vio cuando iban a la playa cuando era pequeño.

Y era el mismo que había visto en la cadera de su maestro.

¡MIERDA DE MIERDA! ELLOS-

-" ¡NIÑO!"

Katsuki saltó y se giró para ver a un EMT en cuclillas a su lado, poniendo una mano en el hombro de Katsuki y mirándolo pacientemente.

-"¿Qué?", murmuró Katsuki.

-"Estamos aquí para cuidar a estos señores y para ello hay que alejarse".

Katsuki miró a su alrededor y vio que la multitud había crecido, y también vio a los paramédicos poner a su sensei en una camilla.

Sin embargo, cuando llevaron a Aizawa a la ambulancia, una fuerza invisible lo detuvo. Los paramédicos, confundidos, intentaron avanzar, pero no pudieron. La camilla ya no se movía.

¿Por qué no se movió?

El EMT frente a Katsuki siguió su mirada y frunció el ceño cuando vio a sus colegas.

Se levantó, confundido, preguntando qué pasaba.

-"Él no quiere moverse. Cuando tratamos de caminar hacia adelante, la camilla se detiene".

El ceño fruncido en el rostro del EMT se profundizó, -"Podría ser su peculiaridad. ¿Revisaste sus papeles?"

Katsuki acababa de terminar su crisis interna y no podía aguantar más esta mierda.

-"SON ALMAS GEMA, EXTRAS! ¡ES UNA MIERDA ELEMENTAL!"

Los paramédicos se miraron, molestos de que el adolescente les gritara. Luego colocaron con cuidado a Izuku en una camilla junto a Shouta y los hicieron rodar hacia adelante, prestando atención.

¡Y maldita sea, si esa no fuera una visión inquietante!

Katsuki sacudió la cabeza con disgusto y siguió al EMT.

Ninguno de ellos protestó cuando se unió a ellos para el viaje al hospital.

Cuando la puerta se cerró, Bakugou vio que algo salía de la multitud que se había formado alrededor de su antiguo vecino y su maestro.

El demonio negro lo miró con sus grandes ojos, abriendo su boca y dejando escapar un sonido-

"Maullar"

...

Katsuki definitivamente no era supersticioso y si buscó en Google "comprar una pata de conejo" en su teléfono, no era asunto tuyo.