01

1.7K 114 21
                                    

Thomas dejó las últimas hojas sobre su escritorio antes de levantarse, había estado trabajando por unas buenas tres horas y ya era su momento de descanso.

Con cuidado bajo las escaleras de su hogar, siendo recibido por el aroma a café recién hecho. Con una sonrisa camino sigiloso hasta quedar detrás de una joven mujer.

Con dulzura enredo sus brazos en la pequeña y fina cintura de su esposa, logrando sacarle un pequeño salto del susto que le había dado. Con cariño repartió algunos besos por su mejilla, deleitandose con el calor que salía de esta y de la delicada risita de Belia.

—¿Como dormiste, cariño?— Thomas acaricio el vientre de Belia, tenía esperanzas de que en algún momento ella quedara embarazada. La muchacha recostó su cabeza por el pecho de Tom.

—Bastante bien, has estado trabajando mucho últimamente— Belia se deslizó de los brazos de Thomas y camino con dos tazas de café hacia la mesa, detrás de ella iba Tom con un plato repleto de mini postres com frutillas encima.

Thomas rasco su nuca un par de veces antes de sentarse junto a ella. Había trabajado mucho aquellos últimos meses, los negocios que su padre había estado manteniendo en pie no eran fáciles de llevar, y ahora que aquel hombre había muerto solo Tom podía lidiar y manejar los negocios de su padre.
El trabajo le había estado comiendo sus horas y ya no podía pasar mucho tiempo con Belia, su esposa. Estaba cansado de tener que manejar tantos papeles y lidiar con la irresponsabilidad de la mayoría de los empleados que trabajan en ello, aveces sentía que él era el único que trabajaba en verdad.

Y todo aquel trabajo le había estado molestando a Belia, solo que ella no se lo decía.

—No me gusta que trabajes mucho...— la joven rubia corrió uno de sus rulos y lo colocó detrás de su oreja, —Ya no pasamos mucho tiempo, hace días que no tenemos una pequeña cita y disfrutamos del otro...— Belia se sonrojo levemente antes de beber de su café, Thomas rio algo apenado.

—Lo se, pero no puedo hacer mucho, tengo mucho papeleo que completar y mis empleados no hacen mucho para ayudarme— Thomas desvió la mirada y se enfoco en la ventana que daba al exterior de su gran hogar. Realmente estaba cansado, no podía pasar mucho tiempo con la mujer que amaba desde hace años, no podía descansar y sentía que nadie lo ayudaba.

Belia suspiro, pero en cuestión de segundos una sonrisa se formó en sus labios, —¿Que tal si salgo a comprar algunas cosas y te preparo algo?— la chica no espero una respuesta antes de salir corriendo escaleras arriba y dejar a Thomas sorprendido y confundido solo en la bella cocina.

Thomas amaba a Belia desde el primer día que la vio, era una joven preciosa y agradable, era única y a él le gustaría formar una familia con ella... Ambos se conocían de jóvenes, y cuando ambos cumplieron la edad requerida se casaron, llevando ya 4 años de matrimonio y felicidad en su relación. Belia era especial para Thomas, sentía que era la única persona que en verdad le comprendía, era muy talentosa y agradable, graciosa y amable, infantil y dulce, Thomas la amaba.

Sweet Boy---☆ TomTord!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora