Thomas movió sus dedos sobre el escritorio nervioso, sentía un mal presentimiento puesto que no le habían llegado cartas de Tord durante unos días. Por momentos pensaba que quizás este había encontrado algo más en que entretenerse y se había olvidado de él, pero por otro lado pensaba que algo malo estaba pasando.
En ese momento se encontraba en un lugar distinto, el trabajo le había resultado realmente agotador y no tenía ni un minuto para descansar, no esperaba el momento para volver a cara y descansar felizmente.
Cuando llegó lo bombardearon con muchas cosas, tenía grandes pilas de papeles que rellenar y los hombres con los que trataba no eran en lo absoluto amable. Como estaba instalado allí por un tiempo tuvo que alquilarse un sitió cerca del punto de encuentro recurrente con los otros socios, resultándole en algo muy movido para todo lo que hacía.
Él y los otros hombres solían reunirse en la misma oficina o en una cafetería cercana para hablar de planes a futuros y actuales, planes que Thomas no tenía el interés de escuchar pues este sabia que el interés principal de estos hombres era todo el dinero que manejaba siendo tan joven.En este momento se encontraba rellenando pilas de hojas, encontrándose entre esas una cantidad generosa de cartas provenientes de Tord desde donde estaba, al verlas no pudo evitar sonreír y distraerse.
Todos los días Tord le enviaba grandes cantidades de cartas diciéndole lo mucho que lo extrañaba y amaba, o simplemente a veces para preguntarle como estaba, a pesar de saber que no podría contestarle. A Thomas le entristecía el no poder contestar sus cartas, pero sabia que era peligroso para este si llegaba a hacerlo, entonces prefería no hacerlo y solo se disponía a leer las cartas y guardarlas en un lugar especial para luego volver a echarles un ojo.
Pero entre todas esas cartas resalgo una en específico, la cual era de un color amarillo con un sello verde, bastante curioso. Thomas sostuvo el sobre, analizándolo detenidamente pues sabía que este no le pertenecía a Tord en lo absoluto, pero en el momento en el que estaba por abrirlo la puerta principal de su oficina se abrió debido a una muchacha la cual era su asistente personal en esos momentos.
—Lo siento señor Thomas, te están llamando— Tom asiente sonriendo, abandonando la carta sobre su escritorio antes de caminar por la puerta.
Cuando llegó hasta abajo fue recibido por los 4 hombres con los que había formado un contrato anteriormente, los cuales lo saludaron de manera agradable y comenzaron a hablarle sobre cosas importantes del negocio.
—Sabes que estás manejando todo el dinero y la empresa que alguna vez le perteneció a tu padre— Thomas asiente al escucharlo, —Estábamos pensando en que deberías de renunciar s tu cargo como jefe de esta— Tom lo miro, atónito por sus palabras.
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Sweet Boy---☆ TomTord!
Fanfictionveces todo llega de la nada, nuevas experiencias, nuevas personas, nuevas razones para sonreir y nuevas razones para lamenta. Pero todas estas razones vienen por algo, y todo esto puede acabar en menos de lo que canta un gallo ≪TomTord≫ ≪Mención de...