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Tord camino por las calles hasta llegar a su pequeña casita, estaba contento de poder volver y poner todo en orden, ya que al haberse quedado unos cuantos días en la casa de Thomas lo había alejado de su rutina cotidiana.

Al entrar por la puerta fue recibido por un olor bastante único, como a flores aromáticas. Ignoro aquello y comenzó a ordenar y limpiar cada rincón en el que posible polvo se haya acumulado, estaba realmente triste, pero prefería ser optimista antes de que algo más lo vuelva a tirar hacia abajo.

Una vez limpio todo se dispuso a cerrar puertas y ventanas, ya que luego de haber vivido una gran parte de su vida allí aprendió a cerrar todo debido a los robos, además de las constantes amenazas por las que se veía perseguido.
Una vez tuvo todo en su lugar saco una botella de whisky puro de uno de los muebles de la pequeña cocina, comenzando a beber sirviendolo en un vaso pequeño de cristal.

Tord comenzó a pensar en todo lo que había vivido hasta ese momento, sin dudas era un camino tan difícil de llevar, uno que lo hizo correr muchas veces y casi terminar probablemente en algún rio de la cercanía.

Recordaba los gritos de su padre cuando descubrió la verdad sobre él, fue uno de los peores días que pudo haber vivido cuando era más joven. Recordo cuando lo echaron y tuvo que encontrar la manera de sobrevivir estando completamente solo. También comenzó a recordar que en ese tiempo se había hecho saber que él era uno de esos fenómenos, no pasó de largo obviamente, todos los días salía lastimado o recibía alguna amenaza horrenda, más de una vez termino en un hospital y los doctores sentían asco al tocarlo ya que creían que su "condición" era contagiosa.

Pero luego su situación comenzó a pasar de largo, ya que era uno más del montón, y todo el mundo creyó que sería uno más del montón que terminaría muerto en cuestión de días. Sin embargo lucho demasiado, hasta que logró sacar ese pequeño negocio adelante luego de haber conocido a Edd y arreglárselas entre deudas.

No fue lindo. Por muchos días recibió amenazas, y las primeras personas que habían ido a comprar en su pequeño negocio habían corrido aterradas al reconocerlo. Pero luego a la gente le comenzó a dar igual, comprando de vez en cuando allí, pero manteniendo tanta distancia como se les era posible.

Pero estaba esa parte de personas que quería verlo muerto, golpeándolo cada vez que salía a hacer las compras para la semana, obligándolo a mantenerse escondido entre la multitud, pero siempre lo descubrían y lo hacían volver con heridas en todo el cuerpo.

Agradecía mucho la amistad que tuvo con Edward, siempre lo ayudó apesar de conocer la fama tan sucia que portaba encima. Muchas veces lo curaba de todas las heridas que recibía, incluso le llevaba comida ya que sabia que no podía salir mucho de su hogar. Era un gran amigo y le tomó mucho cariño al pasar de los días y meses, siempre le agradecería eternamente por todo lo que había hecho por el en esos momentos.

Sweet Boy---☆ TomTord!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora