Sweet Boy---☆ TomTord!

14

Thomas despertó primero, sintiendo algo más pesado recostado sobre su pecho, levanto su cabeza con cansancio, encontrándose con aquellos cabellos rojizos moverse por su propio movimiento. Sonrio enternecido, acariciando su cabello con cariño, sintiendo las manos ajenas sobre su pecho moverse en círculos. Beso su cabello, sintiendo como pronto su cabeza comenzaba a levantarse, observando aquellos ojos grandes y grises brillantes.

—Buenos días To- — no logro continuar, siendo besado inmediatamente por lo labios húmedos de su contrario, terminando por aceptar mientras enredaba sus dedos en los bucles perfectos, —¿Seweet, mh?— relamio sus labios, besandon sus mejillas y luego dejando un largo camino de besos desde estas hasta sus hombros descubiertos. Tord río nervioso.

El pelirrojo se levanto de su lugar, dejando a Thomas entre confundido y perdido por toda la ola de sentimientos por la que habia pasado,  observando a aquel chico alejarse hacia el baño principal. Una vez noto que desapareció por completo se levanto de donde estaba, decidido en cambiarse para hacer alguna pequeña salida con Tord, para así ambos divertirse.

Luego de unos largos minutos Tord salio de la ducha, usando otro cambio de ropa interior, sin embargo sostenía en sus manos cambios de gasas y cosas para sus heridas, sin embargo necesitaba de la ayuda de Tom para colocarselas. Lo busco por su visión obvia, no encontrandolo, decidiéndose en subir al segundo piso en donde logró encontrarlo cambiándose de ropa, tomándolo por sorpresa cuando se enrollo por su cintura, haciendo que soltase una suave carcajada.

—¿Que sucede?— se volteó hacia el, acunando su rostro entre sus manos, —¿Quieres ayuda?— observo las gasas y todo en sus manos, recibiendo una respuesta afirmativa por el pelirrojo.

Thomas lo sentó sobre la cama, comenzando a sanar sus heridas de apoco, comenzando por sus piernas hasta continuar con su pecho descubierto. Comenzando así a cubrir las heridas que aún no habían logrado sanarse por completo, deteniéndose al momento cuando supo que estaba lo suficientemente apretado, observando su vientre pálido, observándolo con hambre y deseo que jamás había logrado sentir antes. Beso la piel pálida, comenzando desde su ombligo hasta subir por las vendas, terminando en su cuello mientras las manos inquietas del contrario lo abrazaban y arrugaban su ropa con fuerza.

Jadeo en su oreja, arqueqndo su espalda levemente cuando el calor en su cuerpo comenzó a subir, —Que me hiciste chico...— suspiro el británico, gruñendo entre sus cabellos mientras acariciaba dulcemente su espalda, —Me estoy volviendo loco— murmuró molesto, acariciando sus piernas vendadas a la par que continuaba subiendo, deteniéndose en sus caderas.

—Salgamos un rato, ¿te parece bien?— salió de su escondite, colocando la palma de su mano sobre su mejilla, sintiendo como este se frotaba contra esta.

—Claro... estaría feliz de poder salir junto a ti— sonrió feliz, besando la mano en su mejilla antes de levantarse de la cama y comenzar a vestirse con su ropa, la cual ya se encontraba limpia gracias a la ayuda de Thomas, el cual pasó largas horas quitando las manchas de mugre y sangre de ellas.

Tom lo observo de reojo, colocándose los anillos y pulseras en sus dedos y muñecas, a excepción del anillo de compromiso que debía de compartir con Belia.

Una vez ambos parecían ya estar listos se decidieron por salir a dar un pequeño paseo por lo que vendría ser aquella pequeña ciudad, caminaron por las calles hablando animadamente, teniendo aquellos pequeños acercamientos antes de llegar a aquel campo de flores que hace días habían visitado, terminando por sentarse entre las flores y pasto alto que decoraba el lugar.
Tord se sentó sobre los tulipanes, mirando sus colores mientras algunos cuantos pétalos volaban por el viento y aterrizaban en su cabello, decorando los bucles rojizos con aquellos detalles hermosos.

Thomas se sentó junto a él, cantando aquella canción de la noche anterior, dedicándose a colocar pequeñas cositas en el cabello de su contrario con diversión, —Me gusta tu cabello...— dijo mientras formaba uno de los bucles con sus dedos, —Son como... los de un Ángel— murmuró, obteniendo la mirada conmovida de su contrario, —Nunca creí llegar a esto... fue tan inesperado que... ni siquiera se como actuar y pensar, me sacaste de mi lugar y ahora estoy más perdido que nunca— río suave, —Pero más que nada... estoy feliz, feliz de por fin lograr entender lo que traía a mi mente bloqueada desde hace días, y la respuesta gira en ti, una persona incorrecta, pero con la cual no me arrepiento de absolutamente nada— acaricio su mejilla, besando los labios rosas com cariño mientras se aferraba a su cadera, acariciando suavemente la piel pálida de su mejilla mientras de movia a un ritmo lento y tranquilo, sintiéndose tan... único, en su lugar, completo.

Tord se abrazó a el, escondiendo su cabeza en su pecho, escuchando los latidos del contrario en su oreja, —Me gusta escuchar tu corazón, saber que lo que dices es verdad por medio de la velocidad, me hace saber que tu haces esto... porque quiere y no porque quieres hacerme sentir bien o simplemente por... interés o.. no sé— murmuró abrazandolo con fuerza, sintiendo la mano de Thomas acariciar su espalda a la par que acariciaba su cabello, —Esto fue tan repentino que no tengo idea de cómo actuar... es algo nuevo y yo... estoy feliz, feliz de que sintieras lo mismo, que no te vieras obligado a aceptar el amor que nunca esperaste...— lo miro a los ojos, aquella mirada tan profunda que había logrado anclar su corazón al instante, —Gracias, de verdad... gracias— acaricio su mejilla, sin saber que más decir aparte de un simple gracias.

Thomas sonrió, —No. Gracias a ti... gracias por hacerme dar cuenta de lo que verdaderamente quiero hacer en esta vida, y por hacerme dar cuenta con la persona que quiero pasar esta vida hasta el final— beso su frente, —Te amo Larsson... no me importa tu reputación ni la mía, tiremos mi reputación juntos, no me importaría hacerlo si estoy de tu lado todo el tiempo... estaría feliz de, de compartir cada momento posible junto a ti— lo beso nuevamente, siendo iluminados por el sol, quien parecía brillar más fuerte por la llegada de aquellas almas que estaban perdidas y en puntos diferentes...

Aquellas almas que fueron juntadas por el destino pero... también almas que serán separadas por este mismo...