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Thomas sonrió y asintió mientras sacaba un pedazo de pan de uno de los bolsillos de su saco nuevo, para así dárselo a los patos.

—Me parece agradable, ¿como se llama?— Tom sacudió su ropa para eliminar las migas de pan, mientras que comenzaba a caminar hacia la salida del sendero con Edward, —Y, ¿qué es eso de que "no tiene una buena reputación"?—

Edd miro sus manos unos segundos antes de encogerse ligeramente de hombros, —No me gustaría hablarlo sin que el me diera su permiso, ya sabes, sm cosas íntimas— el castaño acaricio su nuca algo nervioso mientras miraba las flores bailar en el viento, —Algo que puedo contarte es como es...— Tom asintió con una sonrisa.

Edd supiro ligeramente y toco su mentón, pensativo, —Es muy amable, es gracioso, muy buenas manos en la mecánica, inteligente, lindo...— Edward río, —Es solitario y algo introvertido, muy buena mano en la cocina y bastante distraído— Edd miro el rostro de Thomas unos segundos antes de correr uno de sus cabellos de su rostro, —Es realmente genial, creo que ambos se llevarían bastante bien— Tom asintió levemente antes de colocar sus manos tras su espalda y seguir a su amigo a la localización de su "amigo".

Ambos comenzaron a caminar por las calles mientras poco a poco la luz iba disminuyendo, el aire se volvía más frío y penetrante, los ruidos comunes del día ya no eran muy audibles como siempre. Todo era tranquilo y lindo, hasta que comenzaron a caminar por calles profundas y poco concurridas de su ciudad. Las calles eran tranquilas y lindas, luces por distintas partes y animales como gatos y perros caminando por las veredas.
Habían pequeños locales en algunos puntos, bien decorados y atractivos, negocios que habían cerrado y algunos pasillos sin salida com basura desparramada.

Era un barrio poco concurrido, pero que realmente tenía cosas lindas, pero como no mucha gente iba, los lugares iban cerrando de apoco para luego abrirse en otros en donde más gente vaya.

De repente Edd se detuvo en un negocio un poco más grande, no habían muchas cosas en la ventana, si no que algunos relojes y algunas cositas fabricadas en base a metales. Pero por lo visible, era un lugar bien decorado y trabajado.

Aquí es— Edward sonrió y dio un par de golpes a la puerta sin borrar su expresión, —¡Abrenos por favor!— Edd grito desde el otro lado, como si estuviera extremadamente familiarizado con ir a este lugar.

—¡Ya voooooyy!— Tom quedo en seco al escuchar una voz familiar, era delicada, pero masculina a la vez, —Espera, ¿cómo que abrenos?— de repente la puerta principal se abrió.

Thomas quedo en un silencio profundo mientras su mirada chocaba con la del joven frente suyo.

El joven pestañeo un par de veces antes de dejarlos pasar.

Tom observo el lugar y miro las cosas que aparentemente estaban hechas a mano, habían desde relojes hasta pequeños robots a los cuales las extremidades se movían sin problema alguno. El lugar era acogedor, bien decorado y con cosas llamativas que cualquier persona compraría si estuviera con dinero de sobra en sus bolsillos, o simplemente para darle un regalo a su hijo, pues hasta juguetes de madera habían en los estantes del sitio.

Sweet Boy---☆ TomTord!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora