Apenas pudo dormir unas pocas horas, y el dolor de cabeza prometía no abandonarlo. Salió de su habitación en busca de una aspirina, para encontrarse con una perfecta y arreglada Robin en la entrada.
-Me alegra que despiertes, es hora de desayunar.
- No quiero ser aguafiestas, pero mi nevera está vacía.
- ¿Crees que no lo sé? Ustedes en esta casa solo se alimentan de nicotina y vodka - se burló - Iré a la cafetería por algo decente para comer ¿podrás estar bien hasta que vuelva?
- Ay por favor Rob, ni que fuera un bebé, ni siquiera notaré tu ausencia.
- Creerás que soy tonta, pero me siento rara, no lo sé, como si algo malo fuera a pasar - dijo en voz baja, un tanto asustada.
- Descuida, probablemente es ansiedad, pero ya se te pasará, debo haberte cargado mucho con mis problemas - respondió, aunque él tenía la misma sensación en el pecho.
- Bien, tienes razón, seguro no es nada, no demoraré mucho. ¿Deseas algo en especial?
- No sé si venden estabilidad emocional - bromeó- Con un café me conformo.
- Igual traeré algo más, necesitas alimentarte mejor, el café es un acompañamiento, no todo un desayuno - anunció yéndose del apartamento.
Una extraña melancolía se apoderó de él en el instante que Robin se fue del apartamento, nuevamente todo estaba en silencio, sin risas ni compañía a su alrededor. Otra vez quedó atrapado bajo sus pensamientos... Y ese maldito dolor de cabeza.
Prometió que esperaría a Robin, pero tardaba tanto que no creía poder resistirlo, y sin más buscó alguna píldora entre su gran reserva de medicinas, esperando conseguir alguna eficaz que no haya expirado.
Un sonido estridente se hizo presente en el apartamento, tomándolo por sorpresa.
¡Mierda! Había olvidado por completo la existencia del teléfono de casa... Era extraño que alguien llame, aunque por el momento, sería la única forma que existe para tener contacto con el exterior, al menos hasta que pueda comprar otro celular.
- ¿Diga? - preguntó con curiosidad.
- Al fin puedo hablar contigo, llevo toda la noche tratando de saber de ti Steve, ¿me has bloqueado las llamadas? Muy maduro de tu parte, y así después me llamas infantil a mí - dijo la voz al teléfono.
Suspiró con frustración, sólo faltaba la llamada de este idiota para empeorar su día. Frotó sus sienes, en busca de un poco de alivio. Esperaba que no fuera un deja vú, y que le tocara vivir un día incluso peor que ayer, como si eso fuera posible.
- No Eddie, ayer me robaron el teléfono - le explicó mientras buscaba la píldora blanca que necesitaba- Y como comprenderás no tengo ganas de pelear, espero que llames para decirme que ya vienes a llevarte tus cosas de una vez por todas.
- ¿Cómo así que te robaron? ¿Te encuentras bien? - su voz parecía genuinamente preocupada.
- Sí, nada que un par de aspirinas no puedan arreglar, no me cambies el tema, ¿estás en camino? - la ventaja y desventaja de conocer a alguien por mucho tiempo es que aprendes a predecir su comportamiento, y estaba seguro que Eddie no buscaba hablar con él tan desesperadamente solo porque lo extrañaba... O por sus malditas cajas.
- Sí, sobre eso quería hablar ... - Aquí vamos otra vez.
- Ya terminó la gira Eddie, no tienes más excusas para dejar tus cosas aquí - le recordó - Además ayer quedamos en otra cosa, prometiste cumplir tu palabra.
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The Loneliest (Steddie)
FanfictionSteve entra en estado de coma y Eddie espera a que despierte. O donde Steve se enfrenta a los fantasmas de su pasado junto a su hermana Max para poder vivir en paz.