Cuando Eddie volvió al apartamento no esperaba encontrar a Steve encerrado en el baño llorando en silencio. Buscó entre los cajones de la cocina la llave para entrar, llevaba conociéndolo el tiempo suficiente para saber lo que ocurría: y es que sólo su madre era capaz de llevarlo al límite.

Su corazón dio un vuelco mientras lo observaba tumbado en el suelo, aferrado al inodoro con el rostro lloroso, apenas se percató de su presencia, Steve intentó secar sus lágrimas en un vano intento por ocultar su lastimoso estado.

-¿No te enseñaron a tocar antes de entrar? - preguntó irritado.

-Los modales quedan a un lado cuando hay una emergencia - contestó sentándose al lado de su novio - ¿quieres contarme lo que sucedió con tu madre?

-A veces odio que me conozcas tanto - replicó, pero igual acomodó su cabeza sobre el hombro del rizado y suspiró antes de contarle la penosa situación que acababa de suceder, lo impotente que se sentía por no ser capaz de hacer nada más por ayudar a su hermana, lo cansado que estaba de los reproches de su madre, y en general, lo abrumador que era que pese a la distancia, Noelle seguía siendo capaz de arruinarlo.

-No tengo problema en hacerlo - respondió acariciando la espalda de su novio - Quiero decir, te amo, y también amo a Max, no me gustaría alejarme de ustedes, pero si aquello les traerá tranquilidad, tal vez...

-De ninguna manera - lo interrumpió Steve - Eso no está en discusión, Edd, eres con quien quiero pasar el resto de mi vida, y no permitiré que mi madre intervenga en eso.

-No me refería a terminar, cariño, tan sólo... tomar distancia - explicó y pese al tono neutral que empleaba, Steve detectó tristeza en sus ojos - Puedes quedarte con el apartamento, así Max podría visitarte cuando lo desees, quizá pueda quedarme con Eden y Gareth por mientras, hasta que ella vaya a la universidad.

-Eso no es justo - replicó Steve - Sería dejar que mi madre gane.

-Amor, no se trata de una batalla, lo único que importa es lo que será mejor para Max y para ti. Si con eso tu madre los dejará tranquilos, estoy dispuesto a ayudar.

-Ella no seguirá controlando mi vida, Edd, y muy pronto tampoco lo hará con Max. Solo espero que pueda soportarlo - Steve mordió su labio - Max y yo tenemos temperamentos distintos, ella es más impulsiva, no dejará fácilmente que mi madre imponga sus ideales.

-¿Y si hablas con tu padre? Tal vez él sea más comprensivo, y pueda apoyar a Max.

-No servirá de mucho, apenas está en casa - negó el castaño - No lo sé, Edd, tengo una horrible sensación en el pecho, como si algo realmente malo estuviera a punto de suceder - inconscientemente se llevó el pulgar a los labios, intentando morder su uña.

-Hey no, no, no, esa etapa ya la superamos - Eddie separó el dedo de sus labios - Esto es lo que haremos, ¿sí? Vamos a intentar relajarnos un momento en la tina, al menos por veinte minutos dejaremos de pensar en lo que sucede en el mundo, y sólo nos concentraremos el uno en el otro... Tal vez pueda invitar a mi hermoso novio a almorzar al restaurante italiano que tanto le gusta - propuso besando sus labios - ¿Te gusta la idea, amor?

-Sí, pero, ¿no gastaremos mucho dinero?

-Por supuesto que no, lo digo en serio cariño, puedo sentirlo, mi carrera está a punto de despegar, podemos costear un pequeño lujo.

-Vale, entonces que sea para los dos - respondió aceptando la petición - Ningún teléfono encendido. Si alguien de la banda quiere hablar contigo, tendrán que esperar, todo mío Munson.

The Loneliest (Steddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora