- ⋅One-shot's [ Iida Tenya ]

" Escenario VI "

Tema: vaga.

¡Feliz año nuevo! Reyes, navidad, no sé ni que día es.

Solo sé que tenemos portada nueva y somos top 3 en #iidatenya.<3

Iida permanecía con su cabeza metida en sus trabajos adelantados, concentrándose únicamente en sus estudios mientras su pareja miraba videos en internet sin la más mínima preocupación.

Acomodándose en la cómoda cama del peliazul, en eso se basaban sus fines de semana, no todos, pero sí la mayoría. Él estudiando y haciendo sus tareas a tiempo, mientras ella dejaba todo para último momento. La ley del mínimo esfuerzo.

Pero si algo lo ponía de nervios al ver que su novia no hacía nada, es ver a su novia no hacer nada EN UN TRABAJO GRUPAL.

-¿Y bien? - habló Iida dejando de lado su cuaderno en el escritorio y girando la silla para verla.

-¿Si?¿Que pasa? -sonrió levantando la mirada de su teléfono.

-Llevas 15 minutos sin hacer nada.

Blanqueando los ojos y levantándose con pereza bajo la furiosa mirada de su pareja, dejó el teléfono en la cama, acercándose a su lado, releyendo el tema y lo que iban de los apuntes con una sonrisa.

-Bien, déjalo ahí.. luego me encargaré.

-¡¿Luego?!- Tenya saltó de su silla y se cruzó de brazos frente a ella. -¡No permitiré que dejes todo esto para luego!

-¡¿Porqué no?!

-¡Nos pones en apuros!

-¡No es verdad¡Siempre hago mi parte!

-¡A último momento!¡Eso no es correcto!

Movió su mano de forma rígida frente a ella. Haciéndola suspirar con furia, la joven lo empujó a un lado, tomando asiento y acercándose a la mesa, empezó a hacer su parte del trabajo en silencio, siendo firmemente vigilada por el peliazul quien no se había movido de su lado en toda la siguiente hora.

-Te equivocaste allí. -Señaló el punto en la hoja - Pide únicamente una corta referencia de diez líneas y tu escribiste nueve.

-¡Ni siquiera terminé aún!- le contestó resoplando.

Quitando la molesta mano frente de ella, suspiró y terminó de escribir la última línea con rapidez. Releyendo varias veces para que fuera algo conciso y que tuviera sentido, prosiguió con los demás puntos de su trabajo, hasta que finalmente estaba terminado, colocando un punto final y tiró el bolígrafo a un lado.

-¡¿Contento?!

Saltando de la silla mientras lo rodeaba sin verlo a la cara, caminó a la cama lista para retomar sus actividades que consistían en ver cosas de terror en alguna red social. Iida se mantuvo viendo con una sonrisa satisfecha cada una de las palabras escritas por ella. Si bien había muchas cosas que como un lunático perfeccionista podría cambiar, estaba satisfecho en cómo su novia había desarrollado cada punto, escribiendo con propiedad y sin faltas de ortografía.

Suspiró cariñosamente volteando para verla. Recostada como si fuera un niño, él teléfono en mano y sus pies apoyados en la pared tratando de hacer algún tipo de equilibrio. Iida se acercó a su lado, sentándose y agarrando sus manos para quitarle el teléfono dejándolo a un lado, no le dio tiempo a reaccionar antes que éste le plantara un beso en la mejilla orgulloso de ella. (Aunque tuviera que presionarla para que lo hiciera, el punto es que lo había  hecho).

-¿Acaso esa es mi recompensa?- susurró ella viéndolo desde abajo.

-Quizás, podrías tomarlo como una.

Inundandose el pecho de la joven con calor, soltó las manos de Iida para así ponerlas en sus mejillas y atraerlo uniendo sus labios en un beso lento enrojeciendo el rostro del más alto quien apoyando las manos a ambos lados de su cabeza profundizó el beso, ella se tomó el tiempo para sentir lo suaves que eran, el aroma a limpio y lavanda, sus suspiros mentolados cada vez que se alejaban y volvían a unirse, el sonido de su respiración pausada.

-Lamento dejar todo para último momento.. supongo que intentaré cambiar eso.- suspiró la joven.

Acariciando los mechones azules y viendo al susodicho asentir con tranquilidad, él la inspiraba a mejorar constantemente, cambiar cosas de sí para bien y aún así amarla.

Iida por otro lado sonrió con satisfacción, una vez más terminó convenciendo a su novia con besos.

-Me alegra, espero que mantengas tu promesa. -concluyó acariciando el rostro de la fémina.

-No es una promesa, dije que lo intentaría.

Iida blanqueo los ojos ajustando sus lentes y volvió a inclinarse para unir sus labios una vez más. Quizás después de un par de besos la pueda terminar de convencer.