- ⋅One-shot's [ Iida Tenya ]

"Killing Me Softly" 2/3

"..with his song.."

[⚠️contenido sensible, síndrome de Estocolmo.]
Iida!yandere.

Palabras: 4698

La segunda desaparición de un alumno de la academia de héroes se supo en cada rincón del país en solo un momento, pasando un día desde que se había reportado la ausencia de la joven, los propios superiores de la UA estaban en aprietos al igual que la policía a quienes tacharon de poco eficientes, cuatro padres pedían que sus hijos aparecieran lo más pronto posible, sanos y salvos.

Frotando su rostro hinchado ante todo lo que había llorado, la joven se levantó del duro sofá sin ganas. Viendo el sótano ya que se había acostumbrado a estar allí, no tenía hora, no había ningún reloj que pudiera ubicarla cuando empezaba y terminaba su día, tampoco le pediría a Iida su teléfono, era consciente que aquello era un no rotundo.

Girando su rostro al sonido tintineante que venía de uno de los armarios en la pared, disgustada por la idea de que se tratara de alguna rata, no se preocupó siquiera en investigarlo. Mirándose a sí misma con el uniforme arrugado, sin la corbata ya que la noche anterior se la había quitado. Tocó su cabello medio grasiento, soñando con poder tomar una ducha en cuanto la rescataran, se sobresaltó cuando la puerta del sótano se abrió causando un pequeño chillido culpa de las bisagras. Vio al peliazul bajar con una sonrisa tranquila, vistiendo ropa casual y cómoda para estar dentro de casa, consigo llevaba una taza de café.

-Buenos días.. espero ese sofá no sea muy incómodo para tí.

Sin obtener respuesta de la joven quien simplemente lo miraba calculando cada uno de sus movimientos, respiró profundo manteniendo una sonrisa mientras se tomaba el atrevimiento de verla de pies a cabeza.

-Casi lo olvidaba.. - suspiró parándose frente a la mesa ratona.- Preparé el desayuno y además, compré unas pequeñas cosas para que puedas asearte.

Al oír la última palabra los ojos de la chica de iluminaron y sus tripas rugieron delatando el hambre que estaba pasando.

-Acompáñame..

Haciendo caso a sus palabras sin alternativa, respiró profundo levantándose con aquellos iris siguiéndola con cada paso, el peliazul subió primero las escaleras, dejando que ella tuviera la vista de los motores en sus pantorrillas, hasta que estuvieron una vez más en la primer planta.

Dando un vistazo general, el piso de madera, las paredes de color crema, la puerta al sótano estaba debajo de las escaleras al segundo piso. Siguiendo el pequeño y corto pasillo, apretó los labios secos al ver la puerta principal frente a ella.