- ⋅One-shot's [ Iida Tenya ]

" Judas "

".. And Judas is the demon I cling to."

Palabras:2824

Las luces brillantes de la ciudad la iluminaban en su difícil tarea. Apretando la mandíbula para terminar de vendar su muslo sentada en el borde del tejado de un edificio terrorificamente alto, hizo un segundo nudo y finalmente pudo respirar con calma acostumbrándose al dolor.

Viendo como una débil mancha rojiza se apoderaba de la venda, maldijo a su patrullaje y al tener que cruzarse con un bandido solitario. Un punto a favor cuando logró capturarlo y entregarlo, lo malo era el daño físico. Era una cicatriz más para ella.

La brisa fresca de una noche estrellada golpeó su rostro, moviendo su cabello y relajando su cuerpo dándose un momento para cerrar los ojos. Aunque los abrió en cuanto su mente hizo el intento de traer una imagen específica bajó un poco sus guantes para así ver el reloj en la muñeca, doce en punto.

-Impuntual.

Murmuró volviendo a apreciar las vistas.

Otra vez se sintió aturdida, aturdida por el deseo de verlo, oírlo, sentirlo.. incluso diría que olerlo. El peculiar aroma de almizcle convinado con perfume suave, la sola idea hizo enrojecer su rostro. Estúpida imaginación tan realista que podía traer su recuerdo a cada uno de sus sentidos.

La piel de su espalda se puso en punta cuando la típica punzada del peligro la atacó, inmediatamente tomó impulso colocando un pie en la cornisa donde estaba sentada, impulsandose para hacer un salto mortal hacia atrás. Aterrizó y vio frente a sí el peculiar destello azul aún saliendo de los motores en las pantorrillas a un metro de ella.

Incorporándose vio la mano del villano, llevando un pañuelo extendido con probablemente una sustancia que no podía percibirse a simple vista.

-Creí que era silencioso. -habló él detrás del casco a conjunto con su vestimenta.

-No lo suficiente, aún.

La joven sonrió y aclarandose la garganta dio cortos pasos hacia el.

-¿Es algún tipo de somnífero?- señaló el pañuelo antes de tomarlo en sus manos.

-Es un pañuelo simple.

Concluyó sacándose el casco, a lo que ella no tardó en levantar la vista deseando verlo, sus ojos rojizos, el cabello azul lacio desordenado, las cicatrices del lado derecho de su mandíbula, su rostro simétrico ya no estaba escondido detrás de sus regulares lentes.

-Lamento la tardanza, no es fácil llegar aquí. Deberías tener consideración por mí, no todos somos el quinto mejor héroe.- Iida sonrió levantando el casco y colocandolo en la cornisa.