- ⋅One-shot's [ Iida Tenya ]

" Shameless "

"There's just inches in between us
I want you to give in
I want you to give in
There is tension in between us
I just wanna give in
And I don't care if I'm forgiven.."

  

Tema: Desamor con deseo y tensión. Uf.

Pedido: Alesita01kt

Palabras:3.440

Peinando y desenredando su cabello con los dedos, se acomodó una vez más en la banca de aquél parque. Viendo a los niños correr de un lado a otro alrededor de la fuente en el centro, apreciando la brisa fresca y el día soleado, todo debía salir bien.

Aunque por fuera se viera como una chica tranquila, su estómago se revolvía, la piel se le ponía de punta y su talón golpeaba rítmicamente el suelo. Jurando que cada segundo era una tortura, tragó saliva sacando el teléfono de su pequeño bolso y viendo que finalmente era la hora.

La ansiedad pudo con ella desde el momento en el que llegó 20 minutos antes al encuentro con Tenya Iida. Sí, ese estricto y bien estructurado alumno de la academia de héroes más reconocida de Japón y aunque fueran a distintas escuelas, eso no les impidió conocerse y formar un vínculo tan cercano como pudieran en 2 años.

Se odiaba en el momento que su corazón latió con apuros un día, el mendigo día que Iida la acompañó a su hogar debajo de la lluvia, corriendo y riendo debajo de las gotas frescas y el clima templado, el rostro y el cabello azul mojado, sus ojos rojos brillando cada vez que reía. Ese día se había enamorado y al fin tuvo el suficiente tiempo para declararse a él.

¿Apresurado? No usaría esa palabra luego de estar meses viendo sutiles muestras de interés. Esperaba no estar confundiéndose o todo aquello terminaría mal.

Tragando saliva y viendo el suelo por segundos, se levantó de la banca con nervios, dispuesta a que sus pies y todo su cuerpo saliera de allí lo más rápido posible, volteó la mirada ante las pisadas acercándose.

-[t/n].. lamento la tardanza.. ¡acepta mis disculpas!

Iida extendió una pequeña caja roja de dulces hacia ella, desplegando esa dichosa sonrisa que derretía lo más profundo en la joven.

-No era necesario.. no creo que llegaras tan tarde.

-¡Lo hice! Por diez minutos.

Ella vió su reloj en muñeca y el tenía razón.

-Ya veo..- susurró aceptando con gusto los dulces.