Casi todas las tardes nos reuníamos afuera de mi casa para ver de qué forma nos divertiríamos; Carlos, Luis y yo éramos cada vez más unidos, casi todos los días íbamos al mega parque para ver cómo iban con su labor de limpieza y construcción, al principio todo aquello no tenía una forma definida, pero cuando comenzaron a poner todos los juegos infantiles, en especial el laberinto. Todo aquello se veía muy divertido, los juegos que habían colocado se veían de muy buena calidad, para uso rudo, seguro iban a durar muchos años , no sé si yo era el único al que le emocionaba la idea de que ya estuviera terminado el parque, pues me imaginaba todas las aventuras y cantidad de juegos que podríamos inventar en aquel lugar.
Lo más divertido de todo eran los fines de semana, pues algunos viernes hacíamos pijamadas en las diferentes casas de cada uno, nos propusimos que antes de que terminara la construcción del mega parque veríamos todas las cintas de terror que había en el momento para demostrarnos que éramos valientes, con el dinero que juntábamos de toda la semana, comprábamos botana y dulces para hacer más divertida la noche.
En ocasiones también Jugábamos los juegos de mesa que cada uno tenía, y en ocasiones llevaba el control de mi consola de videojuegos a casa de Luis para jugar en pareja e intentar batir un nuevo record, cuando jugábamos de forma individual personaje uno contra personaje dos casi siempre Luis era el vencedor, pues él tenía una gran cantidad de cartuchos con todo tipo de videojuegos y diario la pasaba jugando.
En la casa que más teníamos libertades era la de Carlos, ya que sus abuelos al creer que la ciudad era tan tranquila como su pueblo, nos permitían estar en la calle a altas horas de la noche.
Recuerdo que después de varios meses después, en una de las ocasiones en que fuimos a dormir a casa de Carlos, planeamos escaparnos, queríamos ir al mega parque el cual ya casi estaba terminado en su totalidad, era una idea bastante loca, pero debíamos intentarlo, vivirlo. Cuando casi era la media noche colocamos ropa dentro de la bolsa de dormir de cada uno simulando que eran nuestros cuerpos durmiendo, tomamos nuestras linternas, sudaderas y nos fuimos corriendo al mega parque.
El mega parque había sido rodeado por un vallado tubular metálico, y solo había dos accesos, la puerta norte y la puerta sur la cual estaba custodiada por un policía el cual vigilaba que las instalaciones no fueran usadas, y que no entrara gente a dormir, tomar o drogarse.
Rodeamos el parque hasta la puerta norte y entramos por en medio de dos barrotes que estaban más separados de lo normal, recuerdo bien la primera sensación de estar allí en medio de la noche con las instalaciones nuevas y solo para nosotros, era como una especie de paraíso. No hubo ninguna atracción la cual no visitáramos y usáramos, estuvimos en los toboganes de los juegos infantiles, columpios, sube y baja, jugamos en el ring y me enfrenté contra Luis y Carlos en una lucha de desventaja, también usamos las barras y aparatos para supuestamente ejercitarnos y nos recostamos sobre el pasto sintético de la cancha de fut 7. Lo que más nos dejó asombrados fueron las rampas y sobre todo el laberinto para bicicletas, patines y patinetas.
Aquel laberinto bien también podía ser tomado como un campo de guerra usando la imaginación y pistolas de balines, pero aquella noche nos limitamos a jugar a las escondidas en aquel laberinto, todo era tan bueno y tan divertido que perdimos la noción del tiempo y sobre todo nos olvidamos del policía.
Mientras aún estábamos jugando a las escondidas, y corríamos hacia el lugar en donde nos pondríamos a salvo de ser los que teníamos que buscar a los que se ocultaban, vimos como el policía había tomado a Luis por los hombros y a través de su radio comunicador pedía una patrulla para que Luis fuera llevado al ministerio público. ¡santos cielos! Si Luis era llevado al ministerio público se habrían terminado todo tipo de permisos y hasta la amistad, debíamos hacer algo.
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Siete Cuentos (nunca se logra escapar)
Teen FictionDaniel y Carlos son los mejores amigos, un evento desafortunado y poco pronosticado llega a cambiarlo todo, Daniel debe cumplir las promesas que le hizo a su amigo antes de que sea tarde. El tiempo le hace descubrir que las cosas deben enfrentarse t...