Siete Cuentos (nunca se logra escapar)

12 Tanatología

Mi suegro conocía a un psicólogo con especialidad en tanatología, así que cuando Daniel pudo tranquilizarse, nos sentamos juntos alrededor de la mesa, le explicamos que tenía más de una semana repitiendo aquel mismo patrón y le mostramos las fotos, videos y audios de lo que estaba ocurriendo, evidentemente él no sabía que decir, pero tampoco le pedimos ningún tipo de explicación. Su padre tomó la palabra y le dijo:

— Hijo, conocemos a una persona que puede ayudarte, lo que estás viviendo es un duelo que no lograste pasar como debías, pero sé que estas a tiempo de ser atendido y que la tristeza que hay en tu inconsciente no te siga controlando.

Daniel aún estaba un poco atónito, conmocionado y conmovido, parecía que no lograba comprender lo que le ocurría así mismo, no pude callar más y también hablé:

—Daniel, amor mío, llevo la mitad de mi vida compartiendo contigo y no me arrepiento de nada, eres la persona más maravillosa que pude conocer, sabes que cuentas conmigo, también tu familia está aquí para apoyarte. Se lo doloroso que fue para ti la perdida de mi hermano, yo no sabía que le habías escrito cuentos de tu propia autoría, que bonito detalle, no logro entender por qué en estos días solo llegas hasta el cuento dos y de allí te regresas, pero necesito que entiendas que te amamos, y que, si no quieres contarnos nada a nosotros por el momento, te pido que aceptes acudir con el especialista.

Un poco confundido Daniel respondió:

—No tenía idea de que esto estaba ocurriendo, solo sé que, al ver aquella caja con el gorila, la frazada y la libreta con los cuentos, causó en mi mente un caos, no digo que haya sido algo malo, simplemente sentí como si me hubiera vuelto a encontrar con él. Me hubiera encantado que el sobreviviera a aquel accidente, que estuviera allí el día de nuestra boda, salir de paseo a la playa todos juntos, sé que él se alegraría mucho con la llegada de nuestro bebé. Verme despertar aun lado de esas cosas me causó una impresión enorme, y más ahora con toda la evidencia en audio e imágenes que veo, gracias a todos por estar al pendiente de mí, y muchas gracias Nancy por amarme tanto. Sí quiero recibir la ayuda del especialista ¿Cuándo puedo ir?

—Hoy mismo, ya te agendé la cita, más tarde vendré por ti para ir con el especialista— Respondió mi suegro.

Terminando de hablar, mientras Daniel se cambiaba, mi suegra y yo preparamos el desayuno, nos sentamos a la mesa y comimos juntos, no tocamos aquel tema para nada, es más encendí el radio y escuchamos la música alegre que transmitían. Más tarde mi suegro pasó por nosotros, pues Daniel me había pedido que yo lo acompañara y entrara a la consulta con él, pues el sentía que tenía una deuda pendiente con la familia Montes, es decir mi familia.

Algunas horas más tarde mi padre amablemente nos dejó a la puerta de edificio en donde se encontraba el consultorio del especialista, aquella zona era muy bonita y nos recibieron amablemente, mi padre había pagado por adelantado dos horas de consulta, pues quería que yo pudiera expresarme libremente, él más tarde pasaría por nosotros para ir a cenar juntos.

Fuimos hasta donde el recepcionista nos indicó y nos sentamos en la sala a esperar a que el especialista nos llamara, trataba en mi mente de poner todo en orden, para sacar todo lo que había en mi corazón y que quizá debí haber hablado con la familia de Carlos desde el principio. Nancy había traído consigo toda la evidencia de fotos, audio y video, además de las cosas que estaban en la caja, pues quizá serviría de algo.

Cuando el especialista nos llamó, Nancy me tomó fuerte de la mano, haciéndome saber que estaba tomando una buena decisión y que contaba con ella, entramos al consultorio, nos sentamos y el especialista comenzó a realizarme unas preguntas previas como datos generales, enfermedades, sustancias toxicas que consumía, actividades a la que estaba acostumbrado a realizar, y todos los datos que la anamnesis requería después de tomar varios datos, el especialista comenzó a hablar: