Kaia
—Si me llevas volando voy a vomitar — advierto, sintiendo como Levi me lleva en sus brazos como una bebé.—Si lo haces, no dudes en que te dejaré caer.
Él si era capaz de hacerlo.
—Mejor caminemos, así Kaia ya no estará tan alcoholizada— propone Aradia.
Era un verdadero alivio saber que ella estaba bien.
—Te juro que si la cagas otra vez nunca te dejaré salir del infierno— amenazó Levi.
—Solo quería divertirme— resopló.
Los tres demonios caminaban por las solitarias calles de la ciudad, mientras yo disfrutaba estar en los cómodos brazos de Levi.
— ¡¿Y si matamos el tiempo diciendo frases ligadoras?!— propuse emocionada.
—No— respondieron los tres al unisono.
—Empiezo yo. ¡Esta va dedicada a mi futuro esposo!— reí antes de hablar—. Quisiera ser yogurt para que me pases la lengua.
Escuché la carcajada de Aradia y la pequeña risa de As.
—No sabes lo que dices, así que más vale que cierres la boca, mocosa— gruñó Levi.
—Ahí te va otro. Ya aprendí a cocinar, cuando quieras te hago el delicioso— Aradia y yo nos carcajeamos, miré a Levi mientras lo sujetaba del cuello para no caer. Su mirada era seria y sus labios dos líneas rectas, dándome a saber que no le daba gracia.
Desde mi posición se miraba muy poderoso e imponente.
— ¡Yo tengo una!— gritó As—. No podré tener la voz gruesa, pero la verga si.
Reí inmediatamente. Esta parte de mi vida debía ser grabada por alguien.
—Cállate, As— Levi demandó firme.
—Oye, eres muy amargado. Pero tranquilo que aquí tengo la tuerca para tu tornillo— empiezo a reír—. Ando al 99, pero me falta tu palito para llegar al 100.
Me carcajeo tras lo dicho, cada apalabra que sale de mi boca es un chiste.
—Oye, Levi, tu novia es muy linda— dice Aradia mientras se ríe.
—Yo no me llamo Belinda— informo riendo.
Todos rieron, y eso me sorprendió. A Levi se le había escapado una pequeña risa. Eso fue una gran victoria para mí.
—Si pudiera darte las "buenas noches" estarías gimiendo ahora mismo— la voz ronca de Levi hizo que me estremeciera sin razón—. Puedo ser mucho más gracioso que ustedes tres, ahora cierren la boca.
Luego de eso nadie dijo nada, estaba muy sorprendida por lo que había dicho. Definitivamente él había ganado el juego.
Noté cómo Levi me miró de reojo y me sujetó con más fuerza, acercándome más a su pecho, dejando una corta distancia entre nosotros.
Preferí controlar mis impulsos de volver a decir cualquier tontería y opté por contar las estrellas que se encontraban en el cielo.*****
Estaba inmóvil bajo el cuerpo de Dante en el césped del instituto. Habíamos terminado de correr y apenas toqué el suelo Dante se había recostado encima de mi.
Mi corazón latía rápidamente y mi respiración era un total desastre, apuesto a que Dante escuchaba mi corazón.—Apenas corrimos tres vueltas el campus, Kaia, y ya parece que te vas a morir— comentó, pasando su antebrazo por su frente.
—Cállate, Dante— demandé.
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Mi Ángel Y Demonio
FantasyElla era paz. Él era maldad. Ella era luz. Él era oscuridad. Ella era vida. Él era muerte. Ella era amor. Él era obsesión. Ella era un ángel. Él era un demonio. Ella pudo ver luz en su oscuridad. Ella era la luz de su oscuridad.