Capítulo 8

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Kaia


No entendía quienes eran. Pero de una cosa estaba segura. No eran demonios.

Miré nuevamente a Levi, quien ahora tenía una posición amenazante.
Sus manos y las mías no dejaron de tocarse, incluso sentí un leve apretón de su parte.

Y antes de que cualquiera empiece a hablar, Levi chasqueo sus dedos, haciendo que todos los invitados que no eran demonios entraran en algún tipo de trance.

—Sabes que esto está prohibido, Levi— demandó uno de los tres hombres.

—Tu no me das órdenes— respondió, Levi.

—Tu no puedes casarte con una humana— volvió a decir, mientras los tres caminaban en nuestra dirección.

—Eso no lo decides tu.

—Pero Dios sí.

¿Dios?

—Más vale que se vayan de mi boda, o no les gustará las consecuencias— amenazó Levi.

—Siempre a la defensiva, Levi— habló el hombre de la derecha.

—Prefiero que nadie me traicione, Miguel.

¿Miguel?

Oh, ellos pueden ser los tres arcángeles.

—Oye, niña— el hombre de la izquierda me habló—. ¿Sabes que te estás casando con un demonio sanguinario y sin sentimientos?

Balbucee sin saber que decir y los tres se rieron de mi.

—Si no dejas esta farsa...— intentó hablar el hombre llamado Miguel, pero fue interrumpido por Levi.

—A mi nadie me amenaza, ser miserable. Yo soy el heredero al trono y nadie me detendrá en mis planes— sentenció—. Ahora largo.

Los tres me miraron sin decir nada y pude notar clara confusión en sus expresiones, después de unos segundos desaparecieron, dejándonos en absoluto silencio.
Luego de eso, algunos demonios comenzaron a murmurar algunas cosas.

Yo solo era un manojo de nervios, mis manos empezaron a temblar y estaba comenzando a sudar.
Tal vez esto no era buena idea, tal vez ellos tenían razón.

—Mocosa, respira conmigo— me dijo, y me miró directo a los ojos.

Hice lo que me ordenó y comencé a respirar con él.

—Inhala.... exhala.

Lo hicimos un par de veces hasta que me sentí más tranquila, eso había sido de gran ayuda.

—Gracias.

—Nunca debes mostrarte débil ante los demás. Siempre tienes que tener la frente en alto y mostrarte segura de ti misma.

Luego de eso, volvió a chasquear los dedos y las personas salieron de aquel trance.
El padre siguió con el inicio de la boda y traté de no distraerme.

Y el momento que más nerviosa me tenía llegó. El momento dónde decíamos nuestros votos.

—Mi ser más querido, la luz de mis días oscuros. Este día me entregó totalmente a ti, prometo escribirte cada día una nota diciendo las cosas que más me gustan de ti. Prometo que en esta vida y en otras te buscaré, porque siempre serás mi otra mitad. Porque no necesito grandes cosas, porque yo solo te necesito a mi lado. Y sobre todo, prometo cuidarte de todo mal, así eso signifique que haga el mundo arder. Juro que trataré de hacer lo mejor para que siempre sonrías. También quisiera malcriarte cumpliendo todos tus caprichos, pero también quisiera hacerte llorar para ver qué el motivo de tus lágrimas soy yo.
Por eso prometo amarte en esta y en mis otras vidas también— terminó, mientras dejaba un suave beso en el dorso de mi mano.

No pude evitarlo, lágrimas resbalaban por mis mejillas, sus palabras pudieron ser mentira, pero fueron muy dulces.

—Yo, Kaia Evans, prometo amarte en la riqueza y en la pobreza, prometo estar a tu lado en los momentos difíciles, apoyándote y entregándote mi amor. Supe que eras el amor de mi vida la primera vez que te vi y desde ese momento supe que mi corazón te pertenecía. En este día uno mi vida a la tuya, no solo como tu mujer, sino como tu amante, amiga y tú confidente. Te prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida.
Pueden haber días malos, pero te prometo que siempre estaré tomada de tu mano— terminé mientras colocaba el anillo en el dedo de Levi, pero cuando lo miré estaba totalmente serio y su semblante era oscuro.

No entendí porque estaba así, tal vez dije algo que no debía.

—Entonces los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia— dijo el padre, finalizado la ceremonia.

Ay no.
Hiba a dar mi primer beso.

¿Cómo debía hacerlo?
¿Tenía que meter mi lengua en su boca?
¿Giraba mi cabeza a la izquierda o derecha?
¿Lo tenía que tomar del rostro?

Todos esos pensamientos se esfumaron en el momento que Levi me tomó del rostro con sus sus suaves manos causándome un escalofrío y en un movimiento rápido pero suave juntó nuestras bocas por primera vez.

Sus labios eran fríos y suaves. Inevitablemente llevé mis manos a su rostro y traté de profundizar el beso. No solo sentía un cosquilleo, sino una sensación rara en mi pecho, haciendo que mi corazón latiera más rápido.

Podía escuchar cómo las personas y demonios aplaudían con fervor hacia nosotros. Y cuando me separé de su boca, me miró directo a los ojos y dijo:

—Mientras yo esté vivo, siempre te protegeré.

Lo sentí real, esas palabras no se escucharon con falsedad e hicieron que mi corazón martillara contra mi pecho.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2023 ⏰

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