HORMONAS

Charla

Acababa de ponerme cómoda en el asiento de nuestra ya habitual mesa, cuando a los pocos minutos llegó Enid y el resto de mis supuestos amigos detrás de ella, deteniéndose solo para conseguir comida.

Yo solo levanté la vista y siento una satisfacción al ver a mi novia sin comida...otra vez, casi podía escuchar al triste cachorro lloriqueando desde aquí y como sospechaba, Enid se sentó con el ceño fruncido, gimiendo.

-Déjame adivinar, se te hizo tarde y no lograste conseguir algo que te gustara para almorzar- digo sin apartar la mirada de mi propia comida, por supuesto no se lo diría jamás pero el platillo y la cantidad de comida que escogí hoy lo hice sabiendo que esto pasaría, Enid solo se quedó mirando la comida, mientras su estómago gruñía.

-Sí- suspiró ella.

-¿Voy a ver esos ojos de cachorrito si miro hacia arriba?- cuestionó.

-Ajá- respondió Enid, por lo que yo solo dejó escapar un fuerte suspiro pero asintió sin decir nada, mientras comienzo a dividir mi almuerzo, con ese gesto el rostro de Enid se iluminó, con una gran sonrisa, por lo que sin perder un momento se fue a agarrar un tenedor regresando en un tiempo récord y se dispuso a comer justo cuando le acerque la comida, mientras tanto los demás aparecieron y se sentaron, cada uno dando su propia versión de reconocimiento divertido por la situación, después de todo esto no era nuevo para ellos.

-¿Otra vez?- Ajax preguntó.

-si-responde Enid sin importancia.

-Eres tan amable, merlina- comentó Yoko, por lo que yo solo puse los ojos en blanco.

-Le diste más- comenta Xavier, haciendo que  Enid se detuviera lo suficiente para notar que tenía más comida que yo, lo que la hizo vacilar por un momento.

-Enid ama la comida, sería un crimen dejarla morir de hambre- respondí con indiferencia, dándole un mordisco a mi comida, haciendo que con una sonrisa tímida Enid siguiera comiendo.

-¿Cómo es que nunca me diste algo de tu comida cuando moría de hambre?- se quejó Eugene con un puchero.

-Porque no me gustas- respondí sin importancia.

-Al menos, no como le gusta Enid- comenta Yoko riendo, yo solo frunzo el ceño y no digo nada solo vuelvo a mi comida al ver que Enid estaba a unos cuantos bocados de terminar, mientras yo estaba demasiado distraída para comer, por lo que comienzo a concentrarme en comer y no en las miradas que me estaban dando, así tan pronto como la campana anuncia el final del almuerzo, me apresuró a ir a mí siguiente clase y por su puesto Enid me siguió de cerca, ella se aseguró de que ninguno de los chicos estuvo cerca antes de deslizar su mano con la mía, obteniendo un suave apretón a cambio de mi parte.

-Gracias por la comida- me habla Enid, yo solo la miró con una ceja levantada que se disolvió en una suave sonrisa.

-No hay problema- afirmó.

-Mer... con respecto a lo de anoche- me dice a la par que detiene sus pasos -¿desde hace cuando te sientes así?-

-desde el lago- respondo mientras volteo a verla.

-¿Desde la fiesta de los ocultistas?- me sigue preguntando con sorpresa en su voz

Enid si te digo que es desde el lago, está por demás decir que fue durante esa fiesta-

-oh, claro yo... es solo que aún me impresiona, todo esto y lo- lo que paso anoche fue muy diferente a lo que hasta el momento hemos experimentado, no digo que no me agrade claro que me agrada per-

-es nuevo también para mi... son emociones, que jamás creí experimentar, pero pensándolo bien nuestra relación fue así desde el principio- la interrumpo mientras veo fijamente esos ojos color azules.

-está bien bebe, ya te lo había dicho antes, nosotras funcionamos muy bien juntas -me lo dice mientras me tomaba por el cuello y une su frente con la mía -y podemos aprender juntas -

-me parece una buena idea- respondo mientras estoy a punto de besarla.

-chicas deberían darse pris... wow yo...yo lo siento de verdad- responde Eugene con rapidez mientras se da la vuelta, diablos lo que me faltaba .

-no pasa nada Eugene- contesta Enid mientras pasa por su lado.

-dile una palabra de esto a alguien y te eliminare- es lo único que digo.

-merlina- me reprende Enid mientras me toma del brazo y me lleva con ella- es broma Eugene ella no lo hará-

-no hay problema, recuerda que a los traidores aguijones, así que esto nunca paso- lo dice mientras sonríe.

Sin más simplemente nos dirigimos a clases.