Logro escuchar mi alarma a lo lejos, por lo que despierto con un largo estiramiento y un bostezo, mientras me doy la vuelta para sentarme a la par que miro al otro lado de la cama con los ojos a un borrosos.
Pero no logro encontrar a Merlina, su lado estaba vacío, no puedo evitar sonreír recordando que la mayoría de las veces que hemos compartido cama ella es así suele levantarse con los primeros rayos del sol y yo... bueno yo soy todo lo contrario a ella, si por mi fuera me quedaría en cama, pero me arrastro fuera de la misma solo para encontrarme a mi novia mirando fijamente una taza de café.
Yo solo puedo arquear una ceja con curiosidad, mientras me cercó a ella, apartando una de sus trenzas hacia atrás para colocar un beso en su hombro, dejando que mis labios presionen contra la piel expuesta al lado del tirante de su camiseta sin mangas, casi puedo reir al sentir como se estremeció un poco y frunció el ceño.
-No me distraigas- se quejó ella, con los ojos todavía en la taza de café, ya no me sorprende siempre es así rara y única, por lo que solo rodeo mis manos en su cintura por detrás y apoyó la barbilla en su hombro, mirando la taza de café con ella pero no encuentro anda extraño a decir verdad, parecía bastante normal, el líquido oscuro contenía una pila de crema en polvo en la superficie que se estaba desmoronando y disolviendo lentamente.
-¿Qué estás haciendo?- finalmente preguntó, sin entender por qué miraba tan fijamente algo tan poco especial.
-Me gusta fingir que la crema es una isla que se está inundando, desapareciendo lentamente mientras los habitantes corren presas del pánico, desesperados por un rescate que nunca llegará y finalmente mueren ahogados en el implacable océano que hay debajo- respondió a mi pregunta con total sinceridad y simpleza.
Eh de admitir que su respuesta me sorprendió, pero no es su imaginación lo que me sorprendió en si, sino el destino inesperadamente sombrío de las víctimas imaginarias.
-Veo que has encontrado una razón para sorprenderme con mi café- respondí con un suspiro, Merlina solo asintió, incapaz de apartar la mirada hasta que desapareció lo ultimo de la crema y solo entonces se movió para agregar azúcar y revolver.
-Aquí está tu taza de víctimas dulce y azucarada, justo como te gusta- me anuncia con un tono sarcástico al mismo tiempo que me la entregaba.
-¿Por qué tienes que decirlo así?- le preguntó.
-Es divertido ver la mirada que pones- responde mientras preparaba su propio café solo y sin azúcar.
-Sí, pero... ahora no puedo dejar de verlo- me quejó, sin dejar de mirar mi taza.
-¿ver qué? ¿a las personas ahogándose?- comentó ella con franqueza, tomando un sorbo de su café.
-¡Merlina! iuuh-¡Ahora realmente no puedo beber esto!"- Me quejó, dejándolo.
-Será mejor que no lo desperdicies Sinclair , si me gustara la crema, estaría sobre esas pobres almas desafortunadas- dijo con severidad.
-Por supuesto que lo harías, porque eres malvada- replicó.
-Tienes toda la razón, lo soy, ahora bebe sus almas condenadas y disfrútalo- respondió Merlina, yo solo gimo y a regañadientes levantó la taza para tomar un sorbo tentativo, como si la bebida caliente tuviera un cierto sabor ahora que sabía la verdad detrás de la razón por la que Merlina seguía sorprendiéndome con un café mañanera.
-¿y Bien?- preguntó , esperando mi respuesta, yo solo reprimo la sonrisa que amenazaba con aparecer como reacción a una buena taza de café y en su lugar me aclaró la garganta.
-Supongo que está bien, para estar echa con personas recién ahogadas- respondo con amargura.
Fue el turno de Merlina de poner los ojos en blanco.
-Como sea te encanta-descartó ella con confianza, tomando otro sorbo de su propio café.
-Bien, pero solo porque está hecho de la manera que me gusta, no por ninguna otra razón- enfatizó .
-Claro- aceptó Lina, pero puedo ver la sonrisa maliciosa que escondió detrás del borde de su taza.
-Merlina- me quejo.
-¿Sí, Sinclair?- Respondió , girándose hacia mi con su taza en ambas manos.
-No puedo dejar de pensarlo-
-Entonces mi trabajo ha terminado- respondió con orgullo, solo puedo emitir un gemido a la par que ella se inclina para besar mi mejilla.
-Buenos días, lupa , ¿Cómo va tu día hasta ahora?- ella pregunta.
-Terrible- me quejó, de mala gana tomando un sorbo de mi café.
-perfecto...hoy es luna llena ¿cierto?- me comenta mientras mira por la ventana.
-si, pedí mi permiso adelantado, para poder ir con el grupo-
-¿irán a las profundidades del bosque de nuevo?- me pregunta volteándome a ver con un brillo peculiar de ¿preocupación? en su mirada.
-si... hay chicos nuevos que acaban de integrarse y scott piensa que lo mejor seria que estemos en lo mas alejado y profundo del bosque, para evitar problemas con la directora y los normies-
-vaya así que el perro pulgoso piensa-
-¡merlina!... no lo llames así que no te agrade no quiere decir que tengas derecho a insultarlo- la reprendo dándole un suave golpe.
-como sea- me contesta volteándome a ver, pero puedo verla sonreír ligeramente.
-¿Qué?- le pregunto con curiosidad.
-deberías tener cuidado cuando te vean o verán la marca que te deje la otra noche-
-diosss la venganza será una perra contigo- le respondo al mismo tiempo que tomo un cojín y se lo lanzo, ¿Cómo puede decir esas cosas como si nada?.
-no puedo pedir mas... ahora termina de alistarte si quieres que nos vayamos juntas-
Termine de alistarme lo mas rápido que pude y a hora las dos nos dirigimos hacia nuestra primera clase, hoy estoy particularmente inquieta, pero eso es algo normal cada vez que estoy por enlobarme mi lobo interior adquiere mas fuerza empujando con todo lo que tiene, buscando ser libre, pero estando merlina cerca parece estar mas tranquilo, esa es una de las razones por la que mi chica deja que me pegue mas de lo normal a ella en publico cuando habrá luna llena, tolerando y aceptando esa parte de mi ser.
Hoy como cada luna llena los profesores procuran no dejarnos tarea y las clases son relativamente mas cortas de lo normal, por lo que justo ahora me encontraba apunto de salir de nuestra habitación.
Volteo a ver a merlina que se encuentra escribiendo, por lo que me acerco ella para poder despedirme.
-Mer, tengo que irme ya- le aviso a la par que la abrazo por sobre sus hombro.
-bien- contesta momentánea mente al mismo tiempo que deja de escribir y pone una mano sobre mis brazos alrededor de ella.
-¿me extrañaras?- le pregunto y como respuesta solo puedo escuchar un suspiro cansado lo que termina haciendo que me ria, por lo que sin mas que decirle, me separe para tomar mis cosas e irme con mi grupo no sin antes darle un beso en la mejilla.
-ten cuidado- es lo ultimo que escucho antes de cerrar la puerta, por lo que sonrió mientras camino por los pasillos al final se que ella se preocupa por mi, después de todo enlobarse no solo implica transfórmanos, realmente es algo muy doloroso al inicio, pues podemos sentir como nuestro cuerpo va cambiando, escuchar el crujir de nuestros huesos, como el aire nos falta y lo único que quieres es dar rinda suelta a todo para por fin tener la paz que tu cuerpo y mente me piden.
Aun que por lo general no seria preocupante pero al tener el grupo nuevos chicos, es lo que realmente nos preocupa a todos, después de todo lo que menos queremos es ocasionar un desastre , es por ello que nos dirigiremos a la parte más oscura y apartada del bosque, de esa manera en caso de que alguno de los chicos nuevos se descontrole será mas fácil controlarlos... o al menos esa era la idea.
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HORMONAS
RomanceTodo adolescente experimenta en algún punto la necesidad de ir mas allá de solo unos suaves besos, ¿Cómo afrontara merlina este nuevo descubrimiento en ella?