Logro escuchar unos golpes en la puerta, que logran despertarme , no tengo idea de que hora es y no me interesa, solo quiero ver quien será mi pobre víctima y sin Enid aquí no habrá quien me detenga, pero al abrir la puerta no espera encontrarme al perro pulgoso, se supone que estaría con Enid y el resto del grupo de pieles.
-Sera mejor que tengas una buena excusa o prepárate para morir de la manera mas dolorosa posible pulgoso- le advierto.
-Merlina... es Enid- me responde casi sin aliento, ignorando completamente mi comentario, pero al escuchar el nombre de mi novia hace que obtenga toda mi atención.
-¿Qué pasa con ella?- le cuestiono sintiendo como si mi pecho ardiera.
-Ella está en la enferme-
No escuche mas pues ya me encontraba dirigiéndome hacia ese lugar, no debería preocuparme lo se, Enid es fuerte no es alguien quien simplemente se deje herir fácilmente ... pero cuando la encontré, cinco minutos después no era lo que esperaba.
-¿Enid?- logro decir, mientras apartaba a todos estos perros de mi camino, pero solo al verla puedo sentir como mi negro corazón se detuvo.
-Merlina... escúchame se que esto se ve muy mal pero la enfermera dijo que estará bie-
-fuera- lo digo dándole la espalda pues mi atención estaba completamente puesta en mi chica que justo ahora estaba en esa cama.
-Merlina, déjame explicar-
-¿es que acaso no me escuchaste?, te eh dicho que tu y toda tus bolas de pelos se larguen si no quieren que me encargue de todos ustedes- le respondo volteándolos a ver, logrando que todos ellos salieran de la habitación.
Sin decir mas cierro la puerta, no quería que nadie más viera la escena frente a mi, había visto escenas mucho peores desde que tengo memoria , algo de lo que estaba orgullosa, pero ninguna de ellas me hizo sentir de la forma en que me hizo sentir esta.
Enid yacía acostada en la cama, inmóvil, cubierta apenas por su propio abrigo, lo que me permitía ver perfectamente los restos de sangre en todo su cuerpo y en las mantas de la enfermería, esa no era solo sangre de su transformación lo se perfectamente yo eh estado ahí para ella incontables lunas para poder distinguir eso.
Solo entonces una idea paso por mi mente y no puede evitar sentirme enferma del estómago, pero me acerque, pues a pesar de todo quería comprobar que estaba equivocada.
-¿Enid?- ella no respondía, por lo que llevo una mano temblorosa a su cuello y por primera vez no quería comprobar que el trabajo se allá completado eh de admitir que fue de los pocos momentos más aterradores de mi vida, antes de que encontrara su pulso y pudiera soltar el aire que en algún punto estuve conteniendo.-Mierda.- Digo a la vez que escucho como se abre la puerta y por ella veo entrar a la enfermera.
-¿Señorita Adams?-
-Necesito que la examines- es lo primero que sale de mi.
-para eso estamos, pero usted debe salir de aquí-
Estaba a punto de negarme pero justo en ese momento entro otra enfermera con equipo de primeros auxilios, entonces decidí que lo mejor para Enid era que yo saliera y eso hice solo para encontrarme a Scott a fuera apoyado en las sillas, ahora que lo veo también esta manchado de sangre y tiene rasguños por varias partes de su cuerpo.
-Habla-
-veo que ya estas mas tranquila- me dice levantando la mirada.
-no lo volveré a repetir, así que habla- el solo suspira a la par que baja la cabeza.
ESTÁS LEYENDO
HORMONAS
RomanceTodo adolescente experimenta en algún punto la necesidad de ir mas allá de solo unos suaves besos, ¿Cómo afrontara merlina este nuevo descubrimiento en ella?