Lo de anoche en definitiva fue una sorpresa, ni siquiera yo esperaba terminar cediendo a mis impulsos, aunque al final no fue tan malo como creí y no quiero sonar como los demás adolescentes hormonales idiotas, pero realmente no estaría tan mal repetirlo, pero por el omento desecho esos pensamientos y solo me dirigió hacia mi casillero para intercambiar una carpeta mientras me giró para mirar por el pasillo hacia el casillero de Enid.
Pero lo que vi, hizo que cerrara mi casillero con un fuerte golpe, el sonido hizo que algunos estudiantes cercanos se sobresaltaran y otros se alejaron corriendo ante los evidentes signos de mi enojo, pues mis ojos estaban enfocados con precisión mortal en el chico que se inclinaba peligrosamente cerca de Enid, mientras que la mano de mi víctima presionaba el casillero detrás de mi novia directamente sobre su hombro, mirándola desde arriba, prácticamente envuelto en ella.
Está de más decir que mi chica parecía incómoda y se inclinó lo más lejos que pudo de esa situación, al ver eso puedo sentir perfectamente como mi mandíbula y mis músculos se tensan, así que no lo pienso ni un segundo y solo me dirijo hacia ellos.
-Ah, vamos no te he visto en una fiesta y la mía será divertida te lo prometo- lo escucho decir mientras levanta una mano para peinar un mechón del cabello de Enid hacia atrás, lo que me permite ver como esta se estremece y mira hacia otro lado jugueteando con la taza de café en sus manos, entonces me detuve junto a ellos, aclarándome ruidosamente la garganta, pero el tipo apenas me dedicó su atención.
-Apártate- solté sin mas al ver que el no parecía entender la indirecta.
El solo me dirigió una mirada inquisitiva, por supuesto esto hizo que mi chica también me volteara a ver pero a excepción de el, ella me miraba con interés después de todo yo nunca hago las cosas con calma.
Pero por el aspecto de mi postura rígida y los músculos tensos de mi mandíbula, se podía notar que estaba a unos minutos de desatar mi furia.
-¿Qué?- pregunto el chico, realmente sin idea de por qué estaba ahí.
-No coquetees con lo que es mío porque entonces tendré que matarte, hacer que parezca un accidente o desaparecer tu cuerpo y realmente no tengo energía para eso hoy- le respondo con voz uniforme pero el tipo parecía aún más confundido que antes- ¿Realmente eres estúpido? ¡Aléjate de mi novia!- siseó cansada, dando un paso hacia delante de manera amenazante, el solo saltó como si lo estuviera quemado y retrocedió varios pasos, con los ojos muy abiertos.
-Ella es tú...yo no- tartamudeó, intercalando su mirada entre Enid y yo.
-Sí, bueno, ya lo sabes así que largo -le digo, dando otro paso por lo que el se apresuró a hacerme caso, por lo que yo solo volteo y miró a Enid quien en silencio me ofrece el café que sostenía con una sonrisa.
-Mi héroe- me dice.
Solo agitó una mano de manera desdeñosa y luego me acercó para presionar un beso en la sien de mi chica, pero entonces de un momento a otro las manos de Enid estaban sobre mi mandíbula, acercándome a ella para para besarme y al sepáranos nos quedamos cerca unos segundos más, pero al final fui yo quien se alejó primero, tomando un sorbo de café mientras la esperaba.
-No lo habrías lastimado realmente, ¿verdad?- se aventura a preguntarme Enid con curiosidad, al tiempo que tomaba sus cosas de su casillero.
-no me gusta que toquen lo mío- respondí, ella solo negó con la cabeza y me tomo de la mano, llevándome a nuestra primera clase del día.
se que Enid y yo tenemos que hablar de los eventos ocurridos anoche, pero ya habrá tiempo para eso por ahora solo lo dejo ser.
ESTÁS LEYENDO
HORMONAS
RomanceTodo adolescente experimenta en algún punto la necesidad de ir mas allá de solo unos suaves besos, ¿Cómo afrontara merlina este nuevo descubrimiento en ella?