El gran canal esta mucho más silencioso y sombrío, las elegantes góndolas fueron remplazadas por los barcos de guerra de vapor. Esas máquinas de alta técnología se elevan proyectando una gran sombra. En sus astas ondean la bandera azul de Zafeíri. Los restaurantes y cafeterías estan cerrados, solo esta disponible ña tienda de abastos. El único rastro de la antigua bulliciosa ciudad son las flores del balcón, pero ya están empeza do a marchitarse. Toda la ciudad se ha ensombrecido.Voy a una de las pocas tiendas abiertas en el gran canal para comprar algunos chocolates y frutas para Owen y los demás. Para mi sorpresa la dueña de la tienda tiene su cara larga de preocupación y la mayoría de los estantes esta con poca cantidad de comida, la única excepción era el agua. No había chocolates, solo compre mermelada de frutilla y algunas galletas con el dinero que mis padres me entregaron.
— 200 monedas de plata o cien monedas de oro — me informa la dueña por la cantidad.
Quedé helada ante la cantidad. Un kilo de fresa junto con un 10 de galletas por lo general cuesta a 50 monedas de plata
— Pero no esta muy caro señora — trato de explicar a la señora.
— Si no quieres no compres niña, en todas las tiendas va a encontrar igual, la comida esta muy costosa y cualquiera puede comprarla — la señora me termina regañando con el ceño fruncido.
No tengo otra opción y decido pagar por la escasa comida que elegí. La señora sonrie victoriosa y salgo de la tienda. Yo aprieto los puños con enojo, le entrego las galletas y la comida a Fédor y golpeó la pared molesta y grito de frutación. Esa señora es una vieja bruja.
— Hace una semana, todos los precios de los alimentos subieron a precios dispararados, y mucha gente no tiene el dinero para comprarlos. Los dueños de las tiendas se estan beneficiando de la situación para irse a otro lugar más seguro y para eso se aprovechan de los más necesitados — Fédor me explicó muy sereno.
— ¡Lo sé! — grito enojada — ¡Esta maldita Guerra! ¡Que Kaslabal y esa señora se vayan lejos!
— Se que estás molesta, pequeña pelirroja — me calma él peliplateado con unos toquecitos en la cabeza.
— Que no soy pequeña, estimado lobezno — yo refunfuño con una sonrisa.
— Pero hay una forma, para que puedas salirte con la suya — continúa mi amiga lobuno, una sonrisa picara se dibuja en su rostro — te la enseñaré.
— ¡Oye espera! — Exclamó en voz alta, Fédor va a robar a la señora.
El chico de ojos violeta toca mi nariz de un toque, con una astuta sonrisa en sus labios él entra a la tienda con su abrigo. Yo tan solo suspiro para relajar mis cuerpo tenso, me siento en el borde que da al agua saco mi varita mágica de cuarzo para perfeccionar mis habilidades mágicas. Dejo de pensar en lo que hara el Noveliano y los precios caros de la comida. Y me centro en la energía mágica de mi corazón y la transporto al cuarzo con fina concentración.
Respiro aliviada cuando el cuarzo blanco brilla y emite una luz cálida y apunto a una piedra. Un rayo de color de las nubes sale con mucha fuerza y la piedra cae a una gran altura al suelo de nuevo. Ahora solo me toca extraer la energía del cuarzo al interior de mi cuerpo. Esta vez fue mucho más fácil.
Ahora siento un leve olor que me marea la cabeza. Es demasiado fuerte para dejar a una persona atontada si lo percibe de cerca. Fédor qué demonios estas haciendo, pienso.
No tardo nada, en unos segundos lo veo salir de la tienda con muchos paquetes en sus manos de comida. Como si nada hubiera pasado.
— Tu usastes tus feronormas para marear a la señora de la tienda — digo soprendida con mis ojos verdes abiertos de sorpresa.
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PRASINUS #CA2022
FantasiHenria una chica huérfana que no sabe de donde viene tiene una vida normal, hasta que un día un señor le regala a ella un artefacto extraño. A partir de allí ella comienza a tener visiones y sueños que son un rompecabezas que tiene que responder con...