VIII. 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐒𝐂𝐎𝐓𝐀𝐒

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Con la incorporación de Taro en el grupo de amigos, ahora son un cuarteto dispuesto a acabar con su misión, todos juntos.

Pero antes de continuar, van a pasar un tiempo juntos, como lo hacen los amigos. Tsubasa nunca tuvo amigos en la vida sin ser su balón de fútbol, Ishizaki tuvo unos pocos cuando era demasiado pequeño, pero no recuerda cómo se siente la amistad, Wakabayashi estaba más que acostumbrado a estar con su entrenador personal y con las mucamas de la mansión, tampoco tuvo tantos amigos que digamos, y Misaki sí tiene amigos, sólo que no se reúne mucho con ellos debido a que la gran mayoría, por no decir todos, viven en otras ciudades, y además de que una gran parte de sus amigos también lo ven como a su amor platónico. Al parecer, Tsubasa, Ishizaki y Wakabayashi sí lo ven como a un amigo al cien por ciento, y eso es un alivio para él, al fin puede estar con amigos sin sentirse incómodo porque esos chicos sientan algo más allá de una simple amistad por él.

Los cuatro fueron a la heladería a tomar un helado, pero cuánto helado se han comprado...

─Todo el mundo nos miró sorprendido cuando vieron que nos llevamos dos kilos de helado─ rio el rapado.

─Un poco más y nos llevamos toda la heladería─ rio también el azabache.

─¿Entonces eres millonario, Wakabayashi?─ le preguntó Misaki.

─Sí, soy millonario. En realidad la fortuna es de mis padres, pero ellos me dejaron hace ya diez años...

─Vaya, lo siento, amigo...

─No te preocupes, soy feliz con mi entrenador y con las mucamas, además de mi perrito John.

─Awww, un perrito─ le brillaron los ojos al nuevo.

─¿Alguno aquí tiene mascotas?─ preguntó el oji-verde.

Los tres negaron con la cabeza.

─Mi madre ya tiene suficiente con aguantarme a mí, no quiere una mascota─ respondió Ishizaki.

─Mi padre y yo nos mudamos mucho durante toda mi vida, no podemos trasladar una mascota de acá para allá─ contestó Misaki.

─¡Un nómade!─ exclamó el rapado.

─Más o menos, jaja.

─¿Y tú, Tsubasa?

─Nunca fuimos de la idea de tener una mascota. Siempre vivimos cómodamente mis padres y yo.

─Está bien. Una mascota es mucha responsabilidad, aunque John es muy tranquilo y obediente, y es mi compañero cuando estoy solo.

─Qué lindo.

─Oigan, no quiero cortar la charla de mascotas, pero si no nos apresuramos en comer el helado se va a derretir y se va a hacer sopa de helado─ interrumpió el azabache.

─Uy, es verdad. Gracias por avisarnos, Tsubasa.

─Tengo ganas de jugar al boliche o algo─ dijo Misaki.

─Ay síii, y al hockey de mesa también.

─En la ciudad hay una sala de juegos con esas cosas─ dijo Ishizaki.

Los tres miraron a Genzo.

─Wakabayashi...

─Yo soy la billetera, ¿eh?

Ellos rieron. Genzo es su salvación para cuando quieren hacer cosas que involucran dinero.


Fueron a terminar de comer el helado en ese lugar, y luego jugaron un poco. Primero hicieron dos rondas de boliche, y Genzo terminó siendo el ganador. En el hockey de mesa, Tsubasa jugó contra Genzo y Misaki contra Ishizaki; Tsubasa ganó e Ishizaki también.

𝗟𝗔 𝗖𝗜𝗨𝗗𝗔𝗗 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗦𝗨𝗜𝗖𝗜𝗗𝗔𝗦 ❱ Capitán Tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora