Capitulo 6- Fuegos Artificiales

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Johanna estuvo en depresión durante varias semanas. No veía a Austin a los ojos, y no le dirigió la palabra. Ella lo enfrento el mismo día en que él envió el video al grupo, pero él lo negó todo. Mientras tanto, durante todas esas semanas que pasaron, él no me respondió los mensajes, yo le escribía preguntándole cuando me iba a pagar el dinero, pero nunca me respondió.

En el grupo ReDo, el cual aparece como su creador el propio Austin, todos le enviaron mensajes ósenos, pero mayormente todos de Estrella. "Eres una mierda", "Poco hombre", "Estupido. Déjala vivir", "Que te valga una mierda lo que ella haga con su vida", y muchas cosas así, todas con odio hacía Austin por haber humillado a su hermana.

Katy, Joan y Yessi la hermana de Joan, se encontraban de compras en una tienda de ropa para mujeres. Mientras Katy miraba unos pantalones  Joan nervioso le dice, —¿Oye ya te conté?—

—¿Que cosa Joan?—, preguntó ella.

—Le pedi a Lisa que fuera mi novia—

Escuchar eso fue alarmante para ella. —¿Que?—, gritó muy, pero muy sorprendida.

—Ay Joan pero...—, ella no sabía que decir, —...bueno, si eso es lo que tu..., ¿pero tu la quieres a esa muchacha Joan?—

—A mi me gusta—, respondí.

—Bueno mi amor, bendiciones—, dijo ella, —¿Te gusta esté pantalón?—, cambió de tema.

Me mostró un pantalón verde, y llamó a mi hermana para darle la idea de que se comprará el mismo que ella para vestirse como twins. Por otra parte, Johanna estaba en su casa sirviéndose cereal cuando Austin llega para una vez más intentar hablar con ella.

—¿Enserio aún sigues pensando que yo fui quien mando ese estupido video?—

—¿Quien más Austin?. Fue de tu maldito teléfono, o me puedes explicar como diablos llegó ese video al grupo que ¡tu! creaste—

—Ya te dije que no se—

—Esta bien Austin, como no sabes, tampoco quiero que me hables, haste de cuenta que no existo y ojalá y te mueras—

Creo que en ese momento ella no pensó lo que estaba diciendo, y solo se marchó sin decir más nada. Austin se quedó impactado, sorprendido ante las palabras de su hermana. Los días seguían pasando, y se aproximaba un gran evento, un día que cambiaría la vida de todos.

Era cuatro de Julio. Katy pasa por el supermercado donde yo trabajaba. Y cuando la veo quedé sorprendido ante la forma en que estaba vestida. Traía puesto un sostén con el diseño de la bandera de Estados Unidos, y una licra pegada a su cuerpo, mostrando el enorme trasero que tenía.

—¡Señora Katy!, y esa ropa—, dije sorprendido.

—Ay muchacho no digas nada que me siento super incomoda. Doris me dijo que lo traerá puesto hoy para llamar la atención de los clientes—

—Pero...—

—¡Joan no digas nada!. Tu sabes que no soy así, pero imagínate, necesito el dinero—, dijo un poco avergonzada.

—No. Te iba a decir que ¿desde cuando estas trabajando con Doris?—

—Yo tengo ya una semana trabajando con Doris, pero eso si muchacho, esa mujer esta loca. Nada de lo que uno hace le parece bien. Un día llega bien, al otro día te voltea la mirada como si te tuviera un odio profundo—

—Ya mi prima Johanna me lo había dicho—, le comenté.

—Ay si muchacho, pero ya déjame irme que después esta hablando toda su mierda y hoy dijo que iban a ir tres mujeres para que le hiciera trenzas—

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