Capitulo 22- ¡Corre!

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Todo tomó otro giro desde aquella llamada. Lo que iba a ser el plan para encubrir la supuesta muerte de Alex había pasado a ser el de proteger a Estrella del supuesto muerto que no estaba tan muerto, ni siquiera cerca a esa palabra. Estaba más vivo que nunca y ahora quiere venir por Estrella.

Dias después de aquella llamada, en una tarde soleada, mientras Katy y yo nos encontramos esperando un tren de los que se dirigen a Long Island, para bajarnos en la estación de Jamaica Center, y de ahí dirigirnos a casa de mi tia Ana. Fue entonces cuando vi la oportunidad de confesarle toda la verdad sobre mi viaje a Mexico.

—Loca tengo que decirte algo—, exclamé.

—¿Que cosa?—

—Pero tienes que adivinar lo que te quiero decir—, dije con una sonrisa de oreja a oreja pero muriendo de nervios.

—¡Ay Joan por Dios!, dime si no no me digas nada—, dijo quejándose.

—No, adivina porfa—, le suplique.

Y es que se me hacía difícil tener decir la frase "Soy Gay", prefería que mejor la acertara y luego fluya más a fondo el tema. Para mi no era nada fácil esto de salir del closet. Ella sería la segunda persona en saberlo, la primera fue mi mejor amigo Roberto, quien era hetero, pero siempre ha sido mi confidente y siempre ha estado conmigo desde la infancia. El vivía en otro estado, por eso casi nunca nos veíamos.

—Pero cuando sepas eso no puedes decírselo a nadie Katy. Absolutamente a nadie—, le recalque.

—¿Que Joan?, ¿vas a viajar otra vez para República Dominicana?—

—No—

—¿Eres complice de Alex y Estrella?—

—¡Hell no!, como crees—

—¡Ay Joan no se!, ¿que te gustan los hombres?—, dijo tímida con la voz uy bajita.

—Si. Eso era—

—¿Si?—

—Ay Joan, ya me lo imaginaba—

En ese momento llegó el tren y nos fuimos todo el camino platicando. Le comencé a contar la historia de Josue y mía, y como nos habíamos conocido. Fue algo tan liberador el poder hablar de las cosas que pensaba con alguien que no fuera mi subconsciente. Y pensar que hace unos años pensaba en vivir con ese secreto para toda la vida y ya por fin poco a poco me voy liberando de esa carga.

Llegó la noche y todos estaban por su lado, era la primera vez que veía al grupo separado, pero a pesar de eso, nunca perdí las esperanzas de que el grupo ReDo se volviera a reunir, aunque nunca que pensé que sería para aquello.

Dayv intentaba comunicarse con Katy, pero siempre sus llamadas se fueron al buzón. Katy había regresado con su novio de República Dominicana, y ya le había perdido el cariño a Dayv. Aunque no pensaba en él, tendría que hacerlo, luego de que se enteré de algo que le cambiara la forma en que lo veía.

Yo había subido de puesto en el trabajo, ahora era el gerente, y Katy trabajaba como cajera, y teníamos en común una amiga llamada Addianny, juntos eran el trío feliz en el trabajo, se la pasaban platicando y chismeando un tanto de todo. Joan en su hora de descanso se la pasaba hablando con su novio por llamada en la oficina. Y así fueron pasando los meses. Todos nos fuimos alejando, excepto Katy, Edwin y yo, quienes nos volvimos más cercanos.

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