🌙 . がぅ♡ ;; 𝕾𝗔𝗧𝗢𝕳𝗜𝗡𝗔 𝐦 𝐨 𝐧 𝐭 𝐡 ✦ׄ ៹ •

𝐃𝐀𝐘 ♡︎1: 𝗘𝗹 𝗱𝗶𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶

Tal parece que cuando hay mucha gente, los pasillos se hacen pequeños.

Eso le estaba pasando a la Hyuga.

Aquel día había jóvenes a más no poder, varios con prisa, incluyéndola. Debía aceptar que se sentía como una extraña, nunca había estado en un ambiente así, era algo nuevo para ella.

Tal parecia ser la prisa de todos, que ella se sentía ajena, tal como si en el mundo de los demas jóvenes, ella solo fuese un casillero más.

Y mientras trataba de pasar entre todos, los nervios le carcomian por dentro, la sola idea de que aún no estuviese preparada para ser una hechicera le aterraba, ¿Y si fallaba? ¿Que tal si por su propia cuenta, terminaba humillandose? No quería pensar en todo eso, pero su inseguridad le jugaba en contra, tal como si nunca estuviera de acuerdo con la idea de que todo saldría bien.

Aveces le daban ganas de simplemente voltearse e irse corriendo, para evitar fallar, para no recibir risas de burla, porque pensaba que iba a fallar.
Pero no, tenía valentía, y no dejaría que su esfuerzo fuera en vano.
Además de que tenía un buen motivo para no hacerlo: Se tardía en salir del edificio por toda la gente que había alli.

Un paso tras otro, que le acercaban al aula donde encontraría a su equipo, y claro está, a su sensei.

Y cuando menos se dio cuenta, ya estaba frente a la puerta.

¿Tocaría? ¿No tocaría? Fue la intensa duda que le sacudió. Su miedo por fallar, pero al mismo tiempo, el deseo de no hecharse para atrás le hacían entrar en un dilema.

Tal vez la cobarde era ella, porque su inconciente se encargó de que torpemente, su mano tocara.

"¿Que acabo de hacer?" Fue lo que se pregunto internamente.

Y entonces, se deslizó la puerta, haciendo que los nervios de Hinata subieran a mil.

Pero, se calmó, o tal vez, salió de su órbita cuando vio a un hombre de banda negra, cubriendole los ojos, complementado con sus albinos cabellos alborotados.

Le resultó bastante raro, aunque, hasta cierta parte, consolante, ya que el hombre no le vería, y tampoco tenía una presencia que le imponiera.

— ¿Si?

— A-ah, Hola, soy Hinata Hyuga, vine porque-

— Ah si, la nueva integrante.

Respondio con simpleza y sin mucha importancia, así que Hinata pensó que era un estudiante.

— Si, lo soy -Dijo con una sonrisa tímida-
Disculpa si soy impuntual. ¿Ya ha llegado el maestro?

— No te preocupes. Y si, yo soy el maestro.

El albino dio una sonrisa y se quitó la venda de los ojos. Hasta cierto modo, le gustaba causar sonrojo en las muchachas, tener esa actitud pícara.

Y si, la Hyuga se conmovió, pero no simplemente por su actitud, si no, porque le pareció bastante guapo.

Ver sus ojos azules adornados de quellas pestañas blancas, su sonrisa falta de seriedad... Hizo corto circuito en su mente.

Aquellos ojos perlas, observando al de cabellos blancos que parecía que soltaba brillos por su encanto. Quedó impactara por sus bellos ojos, tan azules, al fin había encontrado unos ojos tan magníficos , tan raros, como los que ella poseía