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—¡Hey, Hinata, ven a ver esto!
Gritó desde su lugar el oji azul, con una revista entre sus manos, la cual, era muy dudosa.
Hinata, sin imaginar lo que vería, se acercó con cierta indiferencia hacia el albino. La Hyuga sabia perfectamente que Satoru era un sin vergüenza, un pervertido de lo peor, no en el sentido de ser malo, pero si insoportable.
— Esta chica se parece mucho a ti, ¿No crees? -Pregunto el joven con Picardía, enseñando una foto de una chica que efectivamente, se parecía bastante a la oji perla- ¿Tu también tienes los pechos así de grandes?
— ... ¡Imbecil! ¡Tonto! -Hinata tomó un vaso de café caliente que estaba en un de los pupitres, y sin pensarlo dos veces, se lo hecho a Gojo-
Era una mezcla entre vergüenza y enojo, no soportó que le dijera algo así, y menos en su típico tono pervertido así como cínico. Estaba bien si se quería divertir con otras mujeres, pero ella si era decente.
Tomando sus cosas, fue del Salón a paso veloz. Una gran bulla por parte de los alumnos se escuchó, por supuesto, para Satoru.
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