IX

76 15 9
                                    




TODO MAL


Me despierto gracias a la alarma que tengo programada en el móvil. Es sábado pero siempre se me olvida quitarla los fines de semana. Dudo un momento donde estoy, pero después recuerdo todo —gracias Regina del pasado por no beber— Estoy en el sofá del salón del piso de Adonis y Ethan, todos siguen durmiendo, por lo que me levanto a echar un vistazo a la casa.

Voy al baño y aunque siga con la ropa de ayer, me desmaquillé antes de dormir, siempre lo hago, aunque parece que no tenía prisa, por todo lo que conlleva pensar el plan de venir aquí, subir a mis amigos, y desmaquillarme, pude haber tardado unas horas. Voy a una de las habitaciones, y veo a Adonis y Ethan,  cada uno en su cama, pero encima de todas las sábanas, y con la ropa de ayer. No me atrevía a quitarles la ropa. En la habitación donde suelen dormir Cameron y Ryle están Tania y Andrew durmiendo.

—Ay Andrew, ayer nos metimos en un grave problema—digo en voz baja. Me quedo mirándolo más tiempo del que debería y me doy cuenta de que por sensato que fue cortar el beso y todo lo que iba a empezar entre nosotros, lo disfruté, y puede que en parte sea porque me atraiga Andrew. No pienso contárselo a nadie porque sería admitirlo, pero necesito hablar de esto con alguien.

Le envío un mensaje a mi madre, resumiendo lo que me pasó ayer, y no miro si contesta, calculando rápido allí son las once de la noche y seguramente esté viendo alguna película.

Me dirijo a la cocina y decido hacer el desayuno para que con el olor se vayan despertando. Es un truco que me enseñó mi abuela cuando estaba con Josh, él siempre ha sido muy dormilón. Efectivamente, hago tostadas de mermelada y crêpes y se despierta Andrew el primero. Esta es mi oportunidad para hablar con él, pero no sé cómo empezar.

—Buenos días Andrew—Le digo, tendiendo dos cafés en la barra americana de la cocina, ya hay una tostada y dos crêpes así que desayunamos juntos.

—Lo siento—Son sus primeras palabras.

—¿Te acuerdas de lo que pasó ayer?—pregunto.

—De todo, no tenía tanto alcohol cuando te besé—Dice, y por la manera en que lo hace, siento algo de arrepentimiento en sus palabras. No puedo evitar ponerme un poco triste, aunque no deba hacerlo porque somos amigos y todo eso, pero a mí sí que me gustó el beso.

—No te preocupes, ¿qué te parece si pasamos página y hacemos como si la noche de anoche no hubiese existido?—pregunto, él sigue bastante dormido y quizá no se haya enterado de lo que estamos hablando, a mi me suele pasar, pero parece que a él no, porque asiente.

—Me parece bien, tampoco deberíamos contárselo a los demás porque sino no van a parar de molestarnos, además de que desde el primer momento, aunque tú no lo sepas, piensan que hacemos buena pareja—¿En serio? ¿es verdad que piensan eso de nosotros? Ahora tiene sentido porque siempre Andrew me hace cosas bonitas y los demás, sobre todo Adonis, no dicen nada al respecto, aunque sepa que a los dos nos da igual que piensen que hacemos buena pareja—por tu cara debo suponer que no te lo debería hacer dicho.

—No, claro que me lo tenías que haber dicho, y hace tiempo. Ahora me siento fatal, no quiero ser una niña fresa—digo en español, no me puedo creer que acaba de admitir que me siento mal por eso, menos mal que no sabe ni pregunta qué es eso.

—¿Piensas que todas las cosas y todos los momentos que hemos pasado juntos han sido para impresionar a los demás, o darles la razón?—pregunta de un tono muy serio. Me siento atrapada, si digo algo se lo tomará de una manera pero si digo lo contrario se lo toma de otra ¿Qué debería decir aquí? No digo nada, y me estoy empezando a enfadar con los dos, y con el mundo en general, él parece que siente lo mismo, porque mueve la cabeza varias veces, negando, y añade:—y yo pensaba que te estaba ayudando en algo siendo positivo contigo—Hasta ahora ha estado tranquilo, está muy nervioso y ambos lo sabemos, porque está inquieto.

Inefable (YA EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora