Cho Gue-Sung, o más conocido como 'el 9 de Corea', fue la estrella del mundial de Catar 2022. Goles, belleza, pasión y futbol, el héroe indiscutido de Corea del Sur. El rey de las redes sociales, sensación en Twitter e Instagram. Terminado el mundi...
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Mi mente está en blanco en el momento que siento que ese tipo me toma del brazo. No sé qué pretende hacer, pero de algo estoy completamente segura. Este tipo va hasta las manos de borracho. Y no solo su aliento lo evidencia, sino su ropa y cuerpo entero. Parece que se hubiera bañado en alcohol. Me importa una mierda su condición física, solo quiero preservar la mía. Y cerca de alguien así, corre peligro.
No logro entender si desea robarme la mochila, tomarme a mí del brazo o qué, pero me tiene agarrada con una fuerza increíble para su nivel de sobriedad.
Todo pasa tan rápido que no sé cómo reaccionar. Pero con todas mis fuerzas intento zafarme de su agarre a los tirones, cuando el otro tipo que lo acompaña se abalanza sobre mí también, y ahí pude comprender que no quieren mis pertenencias, sino ya me las hubieran pedido. Y ante la sola y repugnante idea de lo que dos tipos borrachos y asquerosos pueden querer de una chica en el medio de la calle, me asquea.
Lamentablemente no es el primer hecho de inseguridad que sufro, ya que fui víctima de un robo en la esquina de mi casa hace unos años. Y que te apunten con un arma para robarte la mochila y celular es de los peores sentimientos que tuve. Sobre todo, porque al final uno tiene que terminar agradeciendo que unos malnacidos no te lastimen o maten. Tristemente, vivimos en una sociedad así, donde la gente trabajadora y honesta es víctima de delincuentes y ladrones. Y donde ser mujer y salir a la calle es un peligro que conlleva que te agredan sexualmente, o que juzguen la manera en la que vestimos. Donde la libertad es encadenada a la violencia machista, que se cree con el derecho de juzgar como vamos vestidas o como tenemos que actuar.