"E l 9 d e C o r e a" C h o G u e – S u n g
Cho mira la escena sin saber qué hacer. Por su mente pasaban muchas cosas y ver a Juliet de esa forma no le hacía gracia. No supo identificar que sentimientos sintió, pero ciertamente eran unos muy extraños. Tal vez, algo de arrepentimiento por haber huido de allí de la manera en que lo hizo. O, quizás, algo de culpa por haberla dejado sola cuando le estaba contando algo tan importante. No supo cómo actuar frente a las palabras de la chica, y sus propias acciones lo hicieron preso de querer huir de allí sin mirar atrás. Aún siente como la mano de ella se aferró a su camisa en un intento de retenerlo, y también siente como su propia mano la alejo de él, como si le quemara.
Juliet llora desconsoladamente abrazada a su amigo, que le acaricia el pelo, y ahí es cuando Cho vuelve a sentir ese extraño cosquilleo dentro suyo. Uno que le dice que él debería ser quién la reconforte, quién la acompañe y la proteja. Pero se dice a sí mismo que eso no es posible, debido a que se conocen hace tan poco tiempo. Y viendo que no pueden cruzar más de dos palabras sin que salten chispas entre ellos, le deja en claro, que tal vez hay personas que no están destinadas a conectar. No todos somos como unos teléfonos que se conectan al 5g si así lo deseamos. La química se da o no se da, no se puede forzar ni fingir.
Pero Cho no se puede dejar de preguntar porque los seres humanos intentamos conectar a pesar de todo, por qué si sabemos que no funciona, ponemos energía y pensamientos en ello. Por qué los sentimientos surgen si no hay conexión, por qué el corazón late si no hay sentido.
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Me separo de mi amigo al escuchar unos pasos acercarse, y mi mundo se derrumba al ver a Cho parado frente a nosotros. Joaquín se mueve de mi lado, y yo me pongo de pie. La expresión de Cho es de total indiferencia y frialdad. Me doy cuenta de ello al verlo allí, sin si quiera darme una sonrisa de amabilidad.
―I forgot my phone―dice, sin mirarme, al momento que ve su teléfono sobre la mesa y lo toma en sus manos de inmediato. Le da una mirada fugaz a Joaquín y dice en voz alta palabras carentes de emoción alguna.
―Sorry for interrumping you, guys―dice en un tono monótono, a la vez que hace una leve reverencia, para darse vuelta y alejarse de allí. Me apresuro a hablarle antes de que se vaya otra vez.
―Cho, can we talk, please? ― le digo en un tono de voz casi irreconocible, la angustia y el llanto hacen que mi voz suene dubitativa y baja, casi como si fuera a quebrarse.
―I am sorry, I just came back for my phone, we're cool― me dice, asintiendo con la cabeza. Y me exaspera el hecho de que no quiera escuchar mis palabras.
―Do you have a minute, please? ― le insisto, a lo que él, sin mirarme, contesta rápidamente.
― Hope you will be able to deal with those scumbags, and find a solution. Take care―me dice, para intentar alejarse. No puedo creer que haga esto, sé que no tiene obligación conmigo, pero parece una persona distinta a la que esta mañana pasó a buscarme, y eso duele.
―Seriously? Why do you do this right now? Thought you wanted to help―le recuerdo, a lo que él, por primera vez en estos minutos, mira mis ojos y su voz parece tomar otro tinte diferente a el usado hasta hace un momento. Sus ojos también parecen haber cambiado de expresión, si eso es posible.
― Can't help someone who won't help themselves― me dice, con un tono de resentimiento y amargura en su voz, que ya no es suave y dulce como ayer. Trago saliva y me doy cuenta que no se siente nada bien tener este efecto en las personas, no es algo que me enorgullezca, sino todo lo contrario, me da tristeza y enojo. Enojo porque me doy cuenta que por mi bocota siempre terminamos de la misma manera: enojados y distanciados.
―Hey, get lost and leave us alone! ― le dice mi amigo, y me sorprende el hecho de que intervenga en la conversación, ya que el idioma inglés nunca fue su amigo en la secundaria, como siempre dice.
Cho se acerca imperceptiblemente a nosotros y gira por completo su cuerpo para mirar a Joaquín de frente y a los ojos, y la actitud desafiante en su mirada se hace presente. La tensión se corta con cuchillo, mientras miro a mi amigo que también adoptó una posición de alarma.
Cuando temo que una situación violenta pueda desencadenarse, Cho se da media vuelta y se aleja a paso firme de nosotros. Mi respiración se agita, pero no de furia o enojo, sino de la conocida angustia y decepción.
Joaquín suspira, como yo. Y comenta en mi dirección.
―Voy a hablarle a Mauro, esperame acá, ¿sí? ― me dice, y yo le sonrío.
Me siento en la silla, y siento como si un camión me hubiera pasado por encima. Tantas emociones en tan poco tiempo me dejan exhausta. Y la actitud fría de Cho me dejo descolocada y triste, pero me digo a mí misma que tal vez es lo mejor que las cosas sucedan de esta manera. Tal vez Joaquín tiene razón y deba preocuparme por mí de ahora en más, y solucionar el tema con la policía. Me consuelo a mí misma, y agradezco poder tener un amigo y a las personas que me rodean. Debo agradecer eso.
Me consuelo a mí misma, y me digo que conocer a Cho fue algo maravilloso, y muy bonito mientras duró.
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Amigas, después de tanto volví. Quería prometer que esta vez las actualizaciones van a ser más seguidas, y que no las voy a descuidar tanto.
Quería contarles que tenía una gran amiga aquí en Wattpad, pero lamentablemente no pude seguir hablando con ella y la extraño mucho. Ojalá vea esta actualización y vuelva a hablarme porque la extraño de verdad :(
Sin más que decirles, espero que todas y todos se encuentren bien, y espero sus comentarios sobre este cap y lo que esperan de esta historia que tantos buenos recuerdos me trae :)
Paris :)
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"El 9 de Corea" Cho Gue-sung
RomanceCho Gue-Sung, o más conocido como 'el 9 de Corea', fue la estrella del mundial de Catar 2022. Goles, belleza, pasión y futbol, el héroe indiscutido de Corea del Sur. El rey de las redes sociales, sensación en Twitter e Instagram. Terminado el mundi...